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La Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal usa técnicas y tácticas de control para la contención de multitudes durante las marchas de este domingo encabezadas por jóvenes anarquistas y por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación.

De acuerdo con el Capítulo V del Protocolo de Actuación Policial, publicado en la Gaceta Oficial del 25 de marzo, los policías encapsulan a los manifestantes, para evitar que arriben, se concentren en cierta zona o ingresen a un evento en el que puedan causar daños a la propiedad privada y pública.

"En caso de disturbios, linchamientos o cualquier otra manifestación violenta la Policía del Distrito Federal restablecerá el orden público en la ciudad de México, a través de la ejecución de técnicas y tácticas policiales para el control y dispersión de multitudes, con la colaboración y coordinación que corresponda a las demás instituciones del Gobierno del Distrito Federal", señala.

El operativo permite restablecer la cotidianidad de la ciudad, en caso de disturbios, producto de los contingentes.  

Es tarea de los los comandantes o mandos designados, advertir a los manifestantes que liberen la vialidad e identificar a aquellos que sean agresivos, para su debida sanción.

En caso de ser necesario, el llamado "Jefe Apolo" puede ordenar el uso de gas lacrimógeno.

El protocolo de control de multitudes tiene como contexto las manifestaciones del 1 de diciembre de 2012, cuando un grupo de anarquistas causó destrozos sobre Av. Juárez, para manifestar su rechazo con la toma de protesta de Enrique Peña Nieto como presidente de México.

Después de las publicación del protocolo en la Gaceta Oficial del Distrito Federal, éste sólo se había aplicado en partidos dem futbol, particularmente, el Pumas-América, considerado el evento deportivo más complicado para las SSPDF.