Entrevista con Silvia Torres, Premio Nacional de Ciencias 2007

Silvia Torres ha trabajado en el análisis de algunas estrellas peculiares debido a su composición química. (Foto: Archivo/ELUNIVERSAL )
El romanticismo de mirar las estrellas a través de la mirilla de un telescopio en una noche oscura, ha terminado para los astrónomos gracias a los adelantos tecnológicos. Aunque no es el caso de Silvia Torres Castilleja, Premio Nacional de Ciencias y Artes 2007, quien aún siente pasión por este ejercicio.
Investigadora Emérita del Instituto de Astronomía (IA) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Torres Castilleja añora esos momentos de observación a cielo abierto en la sierra de San Pedro Mártir, Baja California, cuando se tenía que manipular de manera manual los telescopios.
Se ha perdido bastante de la idea romántica de la astronomía, pero se ha ganado mucho en comodidad, eso no se puede negar.
La ex directora del IA, quien ha trabajado en el análisis de algunas estrellas peculiares debido a su composición química, es madre de dos hijos y esposa del también astrónomo y ganador del Premio Nacional de Ciencias y Artes 1981, Manuel Peimbert.
Hay momentos maravillosos en esta profesión, en los que uno encuentra lo que anda buscando o resultados que ni se esperaba. Claro también hay otros malos porque esperas mucho para una observación y resulta que cuando vas al telescopio, está demasiado nublado o falla el equipo, pero a pesar de todo ello, vale la pena.
La científica, quien ha sido galardonada con la Medalla Guillaume Bude, del College de France y el Premio Universidad Nacional en el área de Ciencias Exactas, admite que la mayor satisfacción viene cuando culmina un artículo y tiene la certeza de aportar un conocimiento.
Si bien la mayor parte de su tiempo lo dedica al estudio de la astronomía, en su tiempo libre gusta de bailar, cocinar pasteles o discutir temas de política entre su más cercano grupo de amigos.
¿Cómo ve el escenario político en el país?
De eso mejor no platicamos (ríe), está muy complicado. Estoy muy preocupada por el país y el rumbo que toma, hay muchas señales que nos deben preocupar.
¿Hay algo en especial que le preocupe más?
Me interesa mucho la universidad y toda la actividad docente, por ello el rumbo que toma la universidad es un tema de discusión y preocupación. También la situación de Petróleos Mexicanos, o el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, son temas que me preocupan, no se ven signos muy positivos.
¿De no ser astrónoma a qué le hubiera gustado dedicarse?
Creo que casi cualquier cosa que hubiera hecho me hubiera gustado, soy una persona que se compromete y se entrega a trabajar en lo que hace.
¿Cuál fue su sensación al enterarse de que ganó el Premio Nacional de Ciencias y Artes?
Fue una enorme satisfacción, por fin se me hizo, uno pasa de un estado de me lo debían, al no me lo merezco, pasa uno de niveles de gran felicidad, a los de preocupación.
¿Cómo fue ese momento?
El comunicado oficial salió hace apenas unos días, pero en el instituto ya algunos colegas me habían dicho que me lo había ganado, lo cual comencé a creerlo conforme se corría la voz.
¿Había soñado con este premio?
Por supuesto, claro que sí, es un premio importantísimo, uno siempre sueña con ganarlo, ojalá que los jóvenes también sueñen con eso. El premio significa que no puedo tirar la toalla, que debo de seguir, aunque en realidad no pensaba retirarme, porque no quiero dejar la docencia, la investigación o la divulgación, no me pienso retirar. El premio me obliga a hacer un esfuerzo doble y hacerlo mejor.
¿Qué significan los premios para usted?
Significa que la comunidad de colegas está reconociendo el trabajo realizado. Es un sueño, un deseo, pero no se acaba el mundo si uno no lo obtiene, entonces es más importante trabajar, seguir investigando, seguir con los jóvenes alumnos, con premios o sin ellos uno sigue.
¿Qué le motivó estudiar astronomía?
Llegué un poco por casualidad, originalmente iba a estudiar química, porque tuve una excelente maestra en la secundaria, pero en la preparatoria me enteré que había una materia de física, me acerqué y dentro de la Facultad de Ciencias tomé cursos que me parecieron de lo más emocionante, y allí me enganché.
¿Cómo le gustaría ser recordada cuando decida retirarse?
Como maestra.
Si le tocará hablar a nombre de los premiados, el día de la entrega de los premios, ¿qué le diría al presidente Felipe Calderón?
Mi principal preocupación, que compartimos varios científicos, es que sentimos que no ha habido una política clara de apoyo a la ciencia en este país, desde hace varios sexenios.
Cuando volteamos a ver países como Corea, India o China y vemos un repunte económico en su industria y pensamos que parte de ese repunte es el compromiso con la educación y la ciencia, pienso que nosotros deberíamos hacer un mayor esfuerzo, lo cual no significa que no se haga, pero sí que se debe incrementar.
Se debe apoyar más a la universidad, en particular a la universidad pública porque allí están los jóvenes que van a ser el futuro del país, porque en la universidad privada no hay preocupación por la investigación.
cvtp