Castañeda espió a México y a su padre
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Jorge Castañeda Gutman espió para el régimen de Cuba de 1979 a 1985, y por más de tres años entregó información estratégica de la Cancillería y del gobierno mexicanos, documenta un expediente de la desaparecida Dirección Federal de Seguridad (DFS), ubicado en el Archivo General de la Nación.
Incluso, presionó a su padre, Jorge Castañeda y Álvarez de la Rosa, entonces secretario de Relaciones Exteriores del gobierno de José López Portillo, de forma altanera, exigente y denigrante para que tomara decisiones bajo los dictados de La Habana, revela el legajo de 215 páginas, de las cuales 37 fueron eliminadas de la versión pública por contener datos personales y confidenciales.
Reportes de la época, firmados por Miguel Nazar Haro, director de la DFS, señalan como su padrino en el espionaje a Jorge Luis Joa Campos, miembro de la Dirección General de Inteligencia del Partido Comunista de Cuba y jefe de la Sección México; reclutó a Castañeda Gutman en 1979.
A Joa Campos y sus jefes les sorprendió, hasta la sospecha, lo productivo que resultó Castañeda Gutman como informante y facilitador.
Según Nazar Haro, integrantes encubiertos de la inteligencia cubana obtuvieron de Castañeda Gutman información de todas las actividades oficiales del canciller. Y señala a dos colaboradores directos de su padre Mauricio Toussaint Ribot y Miguel Marín Bosch como los que le filtraban datos y le resolvían asuntos.
El expediente documenta también su contacto, en 1982, con un doctor en Economía en campaña por el poder: José Córdoba Montoya.
En 1984 se desgastó hasta la ruptura su trato con los cubanos; tachó de estúpidos a los líderes a los que sirvió encubierto. Quince años después, como canciller del gobierno foxista, emprendería la demolición de los puentes diplomáticos entre México y Cuba.