El segundo hombre en importancia del cártel del Golfo, Adán Medrano Rodríguez, El Licenciado , afirmó ser "comerciante" y exigió ayer su libertad ante el Juzgado Quinto de Distrito de Procesos Penales Federales, con sede en el Reclusorio Oriente, bajo el argumento de que en el expediente penal de su consignación no hay pruebas ni imputación directa en su contra.

Detrás de la rejilla de prácticas, con el semblante tranquilo y vestido aún con la ropa sport con la que fue detenido el miércoles en Matamoros, Tamaulipas, el presunto capo del narcotráfico escuchó el pliego de consignación hecho en su contra por los cargos de narcotráfico, delincuencia organizada y portación de arma de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas.

Al filo de las 16:30 horas de ayer, Medrano Rodríguez compareció ante el citado juzgado, donde rindió su declaración preparatoria y fue asistido por una defensora de oficio, Ana Lilia Sardaneta, y escuchó durante casi una hora y media las declaraciones que hace en su contra un testigo protegido identificado como "Tiburcio", que en realidad es el periodista Juan Raúl Bermúdez Muñoz, y los agentes federales de la DEA y del FBI, Joseph Dubois y Daniel Fuentes.

La defensa del acusado pidió al juzgado la ampliación de 72 a 144 horas del término constitucional para determinar si se dicta o no la formal prisión a Medrano Rodríguez. Tal petición fue concedida y por ello será hasta el miércoles cuando se decida si se somete o no a juicio penal al presunto capo del cártel del Golfo.

?Yo soy la mera ley?

En el pliego de consignación está el relato de los testigos de cargo y en el cual narran con detalle como un grupo armado, al frente del cual iba personalmente Osiel Cárdenas Guillén, los emboscó, amenazó y estuvo a punto de matarlos por las investigaciones que hacían por separado el periodista y los agentes federales estadounidenses sobre el cártel del Golfo.

"Pinches gringos cagados", llegó diciendo Osiel Cárdenas a los agentes de Estados Unidos, luego de que una camioneta pick up, de color beige, le cerró el pasó al vehículo en el cual viajaban el periodista y los agentes del FBI y de la DEA.

Al momento de que "se atravesó la camioneta pick up, de ahí bajó el judicial del estado, Baldomero González Ruiz. Iba armado con una arma AK-47 y nos apuntó directamente", según relató el testigo protegido "Tiburico".

Luego "logramos ver otros vehículos de donde descendieron otras personas y rodearon el vehículo en que viajábamos. Todos ellos iban armados con cuerno de chivo y R-15", continuó.

De otra camioneta color guinda que inicialmente venía siguiendo a los agentes estadounidenses y al testigo protegido, descendieron varios sujetos, entre ellos Osiel Cárdenas, quien advirtió a sus víctimas que "yo soy la mera ley" y les ordenó que abandonaran la ciudad.

No obstante, antes de ello varios de los acompañantes de Osiel Cárdenas Guillén, pidieron a éste que "les dieran piso". Es más, el propio jefe del cártel del Golfo les dijo a los agentes estadounidenses que le dieran al testigo protegido y se fueran, a lo cual se negaron los agentes de la DEA y del FBI.

"Te vas a meter en una gran bronca, porque si quieres llevarte alguien te vas a tener que llevar a los tres", le contestaron a Cárdenas Guillén los policías de Estados Unidos y éste volteó y supuestamente los amenazó con toda su gente.

Finalmente, el capo ordenó que les abrieran el paso y dejaran irse a los agentes estadounidenses y al periodista. También, en el relato quedo asentado que pidieron ayuda a la policía, pero ésta nunca llegó.

Exige su libertad

Al final de la lectura del pliego de consignación, la defensora de Medrano Rodríguez dejó asentado ante el juez por ministerio de ley, Alfredo Belmont, que en el expediente no está acreditado que su cliente haya amenazado de muerte a los agentes estadounidenses o haya portado arma alguna.