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Caso Alicia de los Ríos, una doble búsqueda

Carlos Coria Rivas/Corresponsal| El Universal
Martes 25 de diciembre de 2001
La ex militante de la Liga Comunista 23 de Septiembre fue capturada por la DFS en 1978 y, según testimonios de un médico militar, habría tenido una hija en prisión, producto de una violación. Sus familiares no creen la versión oficial de que se fue a Cuba

CHIHUAHUA, Chih.? El sufrimiento de la familia De los Ríos Merino, oriunda de esta ciudad, recibió una rasgadura profunda que hizo aflorar nuevamente las lágrimas derramadas en los últimos 23 años, al enterarse que Alicia, desaparecida política, habría tenido una hija en la prisión de Santa Martha Acatitla, en la capital del país.

La familia de Alicia, que ha mantenido una incesante búsqueda de la guerrillera capturada por la Dirección Federal de Seguridad (DFS) en 1978, asegura que la hija que ésta tuvo en prisión tendría hoy 23 años de edad y ahora sus esfuerzos se multiplican para tratar de localizar a ambas.

Alicia decidió enrolarse en la Liga Comunista 23 de Septiembre a los 21 años de edad, y el informe que presentó el mes pasado la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) constata y admite que, de acuerdo con registros del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), fue capturada e interrogada por elementos de la DFS y en prisión tuvo una hija.

De acuerdo con informes recabados por EL UNIVERSAL con los familiares y que fueron comparados con los archivos del Cisen abiertos por la CNDH, Alicia fue aprehendida junto con otras 11 personas de Chihuahua por las Guardias Blancas de la DFS el 6 de enero de 1978, durante un enfrentamiento con elementos del Ejército mexicano.

Ese mismo año, Alicia tuvo una niña en prisión, según dijo el año pasado un médico militar a la familia.

La madre de Alicia, con el mismo nombre, sus hermanas Martha, Irma, Irene y el varón Gilberto, así como otra hija de la desaparecida Alicia, también del mismo nombre y de 24 años de edad, saben que el trabajo para localizarla ahora será doble con la búsqueda de la hija que nació en prisión y habrá nuevas lágrimas que derramar.

A sus 24 años de edad, Alicia hija, quiere saber si su madre murió o está presa, o si es verdad que tiene una hermana, un año menor que ella, producto de una violación que pudo haber sufrido en la cárcel.

Su ansiedad y desesperación la refleja cuando cita frases mezcladas con religiosidad y frustración social, al expresar convencida: "Si alguien se decide a sepultar a su muerto sin cuerpo, qué bueno, pero si alguien quiere saber la verdad, como es mi caso, yo lo único que quiero saber es qué pasó con mi mamá... y con mi hermana".

Dice que vive casi igual que todos. Se divierte, lee, tiene amigos e incluso estudia la carrera de Derecho, de la cual se titulará este año. Sin embargo, admite que la incertidumbre sobre el destino de su madre la mantiene en un sector social que desde 1978 ha visto transcurrir una gran parte de su existencia frente a funcionarios públicos apáticos, organismos no gubernamentales perseguidos, cárceles y entrevistas con medios informativos.

Ahora, ante evidencias testimoniales de que su madre como guerrillera, presa y desaparecida política desde 1978, tuvo una hija estando en prisión, cambió nuevamente el rumbo de su trajinar, así como el de su tía Martha.



La primera hija

En febrero de 1977, Alicia entregó a Martha una niña que procreó con Enrique Pérez Mora, por lo que desde entonces la familia se hizo cargo de la menor, a quien pusieron por nombre Alicia de los Ríos Merino, igual que su madre por ser hija natural.

Ambas, Alicia y Martha, repasan continuamente, con detalle, el expediente del caso y aseguran que éste lo entregaron a la CNDH en el periodo de Jorge Carpizo McGregor, para obtener algo de ayuda oficial, aunque al terminar de decir esto se ríen irónicamente al admitir la burla y el engaño de que fueron objeto por parte de esa institución o el "enorme elefante blanco", como lo refiere Martha de los Ríos.

"La Secretaría de Gobernación, a través de (Fernando) Gutiérrez Barrios, no nos quiso pasar nada de los expedientes, entonces, para que no dijeran y no hablaran, nosotras, de nuestro bolsillo, les llevamos a la CNDH, membretados, engargolados, todos los archivos de todos, todos los recuentos de cartas, de actas de nacimiento... ¡aquí está señores, siéntense a trabajar, por favor!", reclama Martha, viendo de frente, buscando a su interlocutor o tal vez al ombudsman que tan mal les ha servido.

Martha narró que Alicia fue herida y detenida por miembros del grupo paramilitar contrainsurgente creado en 1976 por Javier García Paniagua y Arturo (El Negro ) Durazo y comandando en ese entonces por Miguel Nazar Haro y Alberto Estrella, para combatir suciamente a la guerrilla.

El mismo año de la captura de su hermana, Martha platicó en la Secretaría de Gobernación con Jesús Reyes Heroles y dice que lo único que recibió de respuesta o premio fue una visita guiada al anfiteatro de la ciudad, donde la hicieron ver 30 cuerpos de guerrilleros que habían caído muertos durante el enfrentamiento. Pero ambos, el gobierno y Martha, sabían que Alicia no estaba entre esos cadáveres, sino que había sido arrestada viva y hecha prisionera política. De cualquier forma, ella rezó por esos muertos y por sus familias "que tal vez ni siquiera tendrían esa oportunidad de verlos por última vez, aunque sea como cadáveres".



La creación de la CNDH

La lucha continuó y recuerda que en el gobierno de Carlos Salinas de Gortari (19881994), cuando se creó la CNDH, el gobernador del estado de Chihuahua, en ese entonces Fernando Baeza Meléndez, las acompañó varias veces a la capital de la República, a la PGR, a buscar a su hermana y a otros familiares desaparecidos.

"Tuvimos la oportunidad de decirle a Fernando Baeza, ya siendo gobernador de Chihuahua, que se le había pasado su momento histórico, porque él sí sabía qué había pasado con los desaparecidos políticos."

Martha asegura que "gracias a él (Fernando Baeza) y Óscar Flores sacaron a Alfredo Medina, quien estaba como prisionero político, como desaparecido".

Dice que Medina fue detenido el mismo año que Alicia, llevado al mismo campo militar del Distrito Federal, y a ambos los trasladaron en un avión especial a un campo militar naval, pero a Alfredo se lo trajeron a la Penitenciaría de Chihuahua, mientras Alicia continúa desaparecida.

"Entonces no pueden decir que no supieron, que no hay culpables directos, si en esos hechos intervino Óscar Flores como procurador, cuando Baeza (Fernando) era oficial mayor en ese tiempo y participó también", dice la hermana de Alicia, quien asegura que el ex funcionario "está vivo y por eso puede ser llamado a cuentas y a decir por qué no intervino.

"Cuando nos enteramos que mi mamá tuvo una hija en prisión, mi primera reacción fue que lloré mucho, no tanto por tener otra hermana como un celo, no era nada de eso, era porque se había caído en el acto horroroso de que las guerrilleras u opositoras tenían hijos en la cárcel e iban a dar no sé a donde", dice Alicia, la hija.



Respaldarse en la ley

Abogada de profesión y pronta a titularse en la Universidad Autónoma de Chihuahua, Alicia piensa ahora como litigante, basándose en la creación de la Ley contra la Desaparición Forzada de Personas, aprobada este año en el país.

Tras preguntarse "¿qué nos queda?", dice que "interponer una denuncia penal por la desaparición de mi madre ahora que ya está la Ley de la Desaparición Forzada", pero a la vez sufre un desánimo al percatarse que todos estos procedimientos los tendrá que realizar ante la PGR, porque "todos saben que es una institución viciada".

La familia guarda pocas esperanzas de encontrar viva a Alicia y éstas se fincan en la intensa lucha de Martha, quien recogió testimonios veraces que señalan su presencia en el Campo Militar número uno y la declaración del doctor Juan Altamirano, quien le confirmó el año pasado que atendió el parto de Alicia en 1978.

Por eso buscan en el corazón de todos, en su memoria, "en la misericordia siempre infinita de la gente buena", para que sea a través de ellos que les indiquen un nuevo camino para encontrarla, o a su hija nacida en prisión y dada en adopción a alguien. Tal vez ese alguien o esa familia reconozca en su hija adoptada a Alicia y decida revelar la verdad en un afán de acabar con este suplicio.

Según el reciente informe de la CNDH sobre desaparecidos políticos, Alicia de los Ríos Merino salió de la prisión de mujeres de Santa Martha Acatitla, acogiéndose a la ley que las indultó en el gobierno de José López Portillo y se fue a vivir a Cuba, junto con su hija.

Pero este informe es inverosímil y carente de fundamento para la familia De los Ríos Merino y sus integrantes, quienes aseguran que si Alicia hubiera salido de prisión, hubiera regresado con ellos, acá a Chihuahua.



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