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Habrá castigo para asesinos de ecologista, dice Calderón

Sergio Javier Jiménez y Natalia Gómez| El Universal
Viernes 13 de julio de 2007
Señala que aplicará “cero tolerancia” contra talamontes

OCUILAN, Edomex.— El 15 de mayo pasado Ildefonso Zamora Baldomero, presidente de Bienes Comunales de San Juan Atzingo, recibió una mala noticia: sus hijos Aldo y Misael habían sido baleados por presuntos talamontes.

El primero falleció y ayer, en el marco del Día del Árbol, el presidente Felipe Calderón se comprometió “a perseguir sin descanso” a los asesinos.

Ildefonso Zamora fue llamado en tres ocasiones al presídium para acompañar a Felipe Calderón Hinojosa en el evento quien aún no arribaba, pero éste lo rechazó y se quedó en uno de los lugares de enfrente, a pesar de que sería uno de los oradores.

En su mensaje Zamora Baldomero, quien se ha dedicado a la protección de los bosques y a denunciar la tala ilegal desde 1998, aseguró que la muerte de su vástago no será en vano.

El campesino recibió ayer de manos del presidente Felipe Calderón apoyos del programa Proárbol para reforestación.

Calderón Hinojosa visitó ayer la zona de San Juan Atzingo, cerca de las Lagunas de Zempoala en donde, en un claro de bosque sembró, junto con su hijo menor Juan Pablo, un árbol.

Poco antes el mandatario informó que el Ejército se reincorporará a las tareas de reforestación mediante la firma de un convenio de colaboración en la que participó el general Guillermo Galván titular de la Defensa Nacional.

Por la mañana, Calderón Hinojosa encabezó otro evento de medio ambiente al visitar los Viveros de Coyoacán con motivo del centenario de su creación en donde también sembró otro árbol y de ahí viajó en helicóptero a esta zona serrana del Estado de México.

Calderón se encontró con el defensor de los bosques a quien le dijo: “Déjeme decirle Don Ildefonso que su muerte (la de Aldo) ni será en vano, ni quedará impune, el incansable trabajo de Aldo y de usted y de muchos de sus compañeros en la defensa de nuestro patrimonio forestal es un legado que perdurará para siempre”.

Al poner en marcha la Campaña de Reforestación 2007 junto con el gobernador Enrique Peña Nieto, el presidente sostuvo que habrá “cero tolerancia” para los talamontes clandestinos.



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