Adicción al celular los lleva al menosprecio

TECNOLOGÍA. La conexión desde cualquier lugar mediante un dispositivo móvil registró un importante aumento, al pasar de 26% en 2012, a 48% este año. (Foto: TANYA GUERRERO / EL UNIVERSAL )
Gabriela y María, amigas desde la infancia que llevaban cinco años sin verse. Una de ellas se trasladó al extranjero y perdieron contacto. Al coincidir casualmente en la Ciudad de México intercambiaron números celulares y fijaron una fecha para comer juntas.
Gabriela comenzó por contar su vida y experiencias en España, María la escuchó hasta que entró un primer mensaje a su celular y comenzó a textear, dejando a un lado la conversación de Gabriela. Es ese instante Gabriela se convertía en presa de lo que hoy se conoce como phubbing.
—Disculpa amiga, es que es mi hijo, preguntando a qué hora voy a pasar por él...
Madre e hijo no coincidían y discutían por el horario. A lo largo de la comida —que María apenas probó— no hizo otra cosa que no fuera textear obsesivamente, ignorando a su compañera de mesa. Gabriela miró a su alrededor: aquel restaurante estaba repleto de comensales que prestaban atención a su celular y no a la persona que tenían frente a sí.
Hasta hace poco esta práctica masiva carecía de un nombre. Ahora el fenómeno tiene nombre: phubbing, y también un culpable: el teléfono inteligente.
Muchos lo experimentan con frecuencia cuando las personas prestan más atención a sus smartphones que a quien tienen enfrente.
Son aquellos que no pueden desconectarse ni un segundo de sus celulares que les permite tener acceso en todo momento a internet, para publicar algo de Twitter o leer el timeline, para enviar mensajes por WhatsApp, para actualizar un estado de Facebook, para jugar o pedir vidas, o lo que se quiera.
El phubbing tiene sus raíces en las palabras phone (teléfono) y snubbing (menospreciar). Es decir; menospreciar o ignorar a quien nos acompaña físicamente para prestar más atención al teléfono móvil.
Esta práctica inició en 2007 con el advenimiento de los teléfonos inteligentes, que dan al usuario la posibilidad de mantenerse conectado todo el tiempo y en todo lugar. “En este sentido el teléfono celular se ha vuelto omnipresente, y el usuario ubicuo”, refiere Jorge Aguilar Cisneros, de la Facultad de Tecnologías de Información de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP).
Para el académico, no debe desconsiderarse las enormes ventajas que ha traído la tecnología, por ejemplo ante la velocidad en la toma de decisiones, o el infinito acceso a la información; pero en el estudio Adicción a Facebook se refiere también cómo en la actualidad los jóvenes experimentan sentimientos de depresión, ansiedad y culpa cuando no están “atendiendo” sus redes sociales, o por el solo hecho de no obtener un like o algún comentario en su “muro”.
“Son movildependientes que no pueden estar sin utilizar su teléfono celular”, dice.
Este estudio hace referencia a que la vida en las redes sociales (el actualizar constantemente el perfil o las preferencias) puede llegar a convertirse en una adicción, a la cual destinan en promedio de dos a tres horas diarias.
“Es verdad, la tecnología mal utilizada nos deshumaniza, nos desvincula, nos aisla, y esta tendencia podría incrementarse con el tiempo por el uso compulsivo y repetitivo del celular.
“La Ciudad de México ya ocupa el quinto lugar a nivel mundial de tiempo consumido en actividades de redes sociales”, agrega el referido estudio.
En Melbourne, Australia, Alex Haight, un joven de 23 años, ha inaugurado un movimiento —ya viral— llamado Stop Phubbing, que promueve la erradicación de esta “mala costumbre”, para favorecer el contacto real y despertar conciencias sobre el abuso del celular en lugares públicos. Lo han definido como la guerra contra el abuso de celular en lugares públicos.
Gastan cinco horas en internet
La Asociación Mexicana de Internet (Amipci) va más allá al revelar en el Estudio sobre los Hábitos de los Usuarios de Internet en México 2013 que el tiempo promedio diario de conexión en general es de cinco horas 10 minutos.
Durante el año pasado, el número de internautas en México alcanzó los 45.1 millones, de los cuales 71% ya se conecta a la red mediante teléfonos inteligentes, refiere la Asociación Mexicana de Internet.
A su vez, la conexión desde cualquier lugar mediante un dispositivo móvil registró un importante aumento, al pasar de 26% en 2012, a 48% refiere Renato Juárez, investigador de mercados de Amipci.
Quienes tienen una actividad laboral destinan hasta 15 horas a la semana en las redes sociales; 49.2% de los usuarios son mujeres y 50.8%, hombres.
El viernes se ha convertido en el día de mayor actividad, con el 85% de actividad.
A lo largo del año pasado el correo electrónico se convirtió en la primera actividad online más importante, la búsqueda de información ocupó el segundo sitio( 84%), mientras que acceder a redes sociales en la tercera actividad más recurrente con el 82%.


