CHILPANCINGO

El procurador General de Guerrero, Iñaky Blanco Cabrera, informó que ya fueron ubicados 14 de los 57 normalistas desaparecidos, luego de los hechos violentos de los días 26 y 27 en Iguala; asimismo, corroboró que los policías municipales, además de disparar contra los estudiantes, rafaguearon el camión del equipo de futbol de tercera división Los Avispones.

“En los homicidios de los tres estudiantes, de las dos personas que viajaban en el autobús del equipo de futbol Avispones de Chilpancingo y de una ciudadana que transitaba (por el crucero de Santa Teresa, donde ocurrió el tercer ataque) a bordo de un taxi, participaron elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de Iguala (…) Existe correspondencia entre elementos balísticos localizados en ese punto y aquellos”.

Confirmó que por el delito de homicidio calificado, la Fiscalía de Guerrero consignó a 22 agentes, quienes dieron positivo en las pruebas de balística, mientras siguen las investigaciones para corroborar que esos hechos tienen correlación con algún grupo de la delincuencia organizada, lo que no se descarta.

Detalló que el cuerpo que estaba en calidad de desconocido en el Servicio Médico Forense (Semefo) de Chilpancingo corresponde a un normalista, quien fue identificado como Julio César Ramírez Nava.

En conferencia de prensa, expuso que la búsqueda de los 43 normalistas continuará encabezada por la Secretaría de Seguridad Pública. De los 13 estudiantes ubicados vivos, refirió que estaban refugiados en comunidades cercanas a Iguala; algunos volvieron a sus casas, otros a la escuela.

Testimonios dan cuenta de que un grupo de jóvenes fue detenido en las instalaciones de la Policía y “después se los llevaron”.

La Secretaría de Seguridad Pública y Protección Civil, en coordinación con el Ejército, la Policía Federal y la Fiscalía, se hicieron cargo de la seguridad en Iguala desde el sábado pasado, recordó el funcionario y añadió que el alcalde, José Luis Abarca, será llamado a declarar porque cometió “omisiones”.

Al secretario de Seguridad Pública de Iguala, Felipe Flores Velázquez, se le podrían atribuir varios delitos, pues sus uniformados admitieron que dispararon, aunque al aire y no contra las personas; incluso, uno aclaró que estaba ebrio cuando ocurrieron los hechos.

Blanco Cabrera precisó que 19 de los 22 policías de Iguala dieron positivo en la prueba de rodizonato de sodio; es decir, tenían residuos de plomo; además, se comprobó que utilizaron 15 patrullas.

En sus declaraciones ministeriales, los policías negaron haber participado en los hechos que se les imputa, pero las pruebas periciales determinaron su participación.

Advirtió que está en espera del resultado de periciales en materia de balística de efectos, para ver si los hechos tuvieron que ver con algún grupo del narco y dijo que una parte de la investigación tendría que ver con desaparición forzada.

En la agresión murieron seis y resultaron lesionadas 25 personas; nueve siguen hospitalizados, dos en situación de salud inestable.

Garantiza castigo

El mandatario de Guerrero, Ángel Aguirre, afirmó que su gobierno seguirá actuando para dar con quienes participaron en los hechos violentos —además de los policías que ya fueron consignados—. Anunció que habrá “acciones más drásticas”, toda vez que la investigación no se ha concluido, y se llegará hasta las últimas consecuencias.

En entrevista, comentó que solamente “mentes enfermas, mentes diabólicas” pueden realizar lo que sucedió en Iguala, y dijo que cuando se supo de la desaparición de alumnos de la normal rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, de inmediato se implementaron los protocolos establecidos, para lo cual se pidió la colaboración del Ejército, Marina, Protección Civil y Cruz Roja, los cuales se han dado a la tarea de búsqueda de estos jóvenes.

Destacó que se mantendrán en permanente comunicación con el comisionado de la Policía Federal, Enrique Galindo, así como con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, quien ha ofrecido enviar elementos para reforzar estos municipios, donde —dijo— es evidente la presencia de grupos de la delincuencia organizada.