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Se cumplen 30 años desde que Rafael Belmar Osuna se convirtiera en el primer mexicano en conquistar la Copa Internacional Juvenil Club Casablanca, una proeza tenística que lo consagró en la categoría de dobles junto con Jorge Lozano, actual capitán Copa Davis, un 5 de enero de 1981.

Tres décadas después el apellido Belmar vuelve a parecer en la lista de jugadores. Se trata de su hija Ana Lorena Belmar Hernández, quien tomará parte del certamen esperanzada en avanzar varias rondas y confiada por contar con los consejos de su padre en el torneo juvenil más importante del país.

“Es algo muy bonito participar en una versión tan significativa por toda la tradición que tiene mi familia en el tenis. Me siento muy orgullosa de mis padres, que fueron campeones”, relata la tenista de 17 años.

Ana Belmar llega tras cuatro meses de estancia en The Evert Tennis Academy, localizada en Florida. Un lugar donde ha podido depurar sus técnicas, con la esperanza de explotarlas durante el certamen. También están los consejos del primer campeón juvenil mexicano.

“Mi papá es muy humilde, sencillo y no le gusta presumir sus triunfos. Pero siempre que venimos a este torneo, nos cuenta todas sus historias, experiencias, lo bonito que sintió ganar aquí en México, con todo el público apoyándolo cuando estaba chiquito al lado de Jorge Lozano”, comenta Ana.

Hija de Claudia Hernández, multicampeona nacional, también posee el legado de la única raqueta número uno que ha tenido México. Rafael Pelón Osuna, su tío abuelo, es otra figura en la que Ana Lorena se inspira cada que sale a la cancha de juego.

“Es algo muy bonito, es un tesoro que tiene la familia. Nos admiramos al saber que ganó Wimbledon y el US Open. Es un modelo a seguir junto con mi mamá y papá. Le admiro todo. El ganar Grand Slams, llegar a una final de Copa Davis y el ser becado en Estados Unidos, son méritos muy grandes”.

Ese cariño al deporte blanco de su tío Pelón, como le dice cariñosamente, lo comparte junto a sus hermanos Rafael (15 años) y Claudio (11). Una práctica que le ha llevado a conquistar torneos como el Casablanca de 2007, en dobles, cuando participó en la categoría de 14 años. Ahora espera repetir el triunfo, pero para menores de 18.

“Conozco a algunas competidoras, tienen buen nivel, pero siento que con todo mi entrenamiento y la experiencia que me transmiten mis papás, estoy a su altura”, relata.

La joven tenista hará pareja al lado de la tapatía Regina Rodríguez, con quien buscará repetir la hazaña que su padre realizara tres décadas atrás.

En tanto llega la fecha de competencia del certamen, el cual se efectuará del 27 de diciembre al 2 de enero, la familia disfruta la estancia en casa de Elena Osuna, hermana del tenista que cambió la historia del deporte blanco mexicano.

“Mi meta es llegar a jugar Wimbledon y el US Open juniors el próximo año y quiero estudiar en Estados Unidos con beca”, se ilusiona la heredera del legado Belmar Osuna.