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Un robot envía imágenes del túnel debajo del templo de Quetzalcóatl

Emilio Fernández RománCorresponsal| El Universal
Jueves 11 de noviembre de 2010
Un robot enva imgenes del tnel debajo del templo de Quetzalcatl

EXPLORACIÓN. El robot pudo recorrer algunos metros a través de un espacio reducido de 25 centímetros de altura, que se halla entre el techo y la parte azolvada del túnel. (Foto: FOTOS CORTESÍA INAH )

El INAH usó por primera vez en la historia de la arqueología mexicana un vehículo a control remoto para explorar un pasaje oculto en Teotihuacan desde hace mil 800 años

cultura@eluniversal.com.mx

TEOTIHUACAN.— Investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) emplearon por primera vez en la historia de la arqueología mexicana, y por segunda vez en el mundo, un carro robot para captar imágenes del interior del túnel localizado bajo el Templo de la Serpiente Emplumada en la zona arqueológica de Teotihuacan.

En conferencia, arqueólogos explicaron que el robot, llamado Tlaloque I en alusión a los seres mitológicos que ayudaban al dios Tláloc, recorrió algunos tramos de un túnel por el que nadie había transitado desde hace por lo menos mil 800 años.

Sergio Gómez Chávez, director del proyecto Tlalocan: Camino bajo la tierra, explicó que las imágenes registradas constatan estabilidad y hacen posible que en poco tiempo los investigadores entren al conducto prehispánico construido hace más de dos mil años por los antiguos teotihuacanos para representar el inframundo.

El equipo de robótica diseñado por especialistas del Instituto Politécnico Nacional se suma a la tecnología que han empleado los arqueólogos para la investigación del pasaje subterráneo.

Hace unas semanas, con el uso de un georradar se determinó con precisión que el túnel conduce a tres cámaras, donde eventualmente podrían reposar los restos de personajes importantes de la Ciudad de los Dioses.

Detalles del dispositivo

El robot Tlaloque I, que tuvo un costo de entre 15 a 20 mil pesos, es un vehículo de cuatro ruedas con tracción independiente cada una. Está equipado con dos cámaras, una colocada en la parte posterior y otra al frente, que pueden hacer giros de 360 grados y que son manipuladas a control remoto.

El aparato tiene 30 centímetros de ancho, 50 centímetros de longitud y 20 centímetros de altura, cuenta con su propia fuente de iluminación y transmite las imágenes a un monitor de computadora en el exterior.

El túnel del templo de Quetzalcóatl fue descubierto a finales de 2003 por los arqueólogos Sergio Gómez y Julie Gazzola, pero su exploración ha requerido de varios años de planeación y de gestión de recursos para poder utilizar la más alta tecnología.

La primera vez que se utilizó un robot en el mundo fue hace 10 años en Egipto para la exploración de una tumba.

Gómez Chávez, uno de los investigadores del INAH con mayor conocimiento de la cultura teotihuacana, dijo que las primeras imágenes corroboraron que el túnel fue rellenado de manera intencional por los antiguos habitantes de la Ciudad de los Dioses.

“Todo el conducto de más de 100 metros de longitud está excavado en la roca de manera perfecta, en algunas partes se ven las marcas de las herramientas con las que los teotihuacanos lo hicieron, el techo del túnel es abovedado y al menos la parte que recorrió el robot se observa estable, lo que nos da muchas posibilidades de que en las próximas semanas podamos entrar físicamente para explorarlo”, dijo.

El arqueólogo Sergio Gómez anticipó que el próximo 25 de noviembre ingresarán los arqueólogos al túnel del Templo de Quetzalcóatl.

No obstante que el túnel está rodeado y rellenado con tierra y piedras, el robot pudo recorrer algunos metros a través de un espacio reducido de 25 centímetros de altura, que se halla entre el techo y la parte azolvada.

Gracias a la utilización del robot Tlaloque I los investigadores pudieron apreciar con mayor detalle las grandes piedras labradas que se encuentran en el interior del túnel.

“Al parecer, se trata de esculturas o rocas perfectamente talladas, de grandes dimensiones y peso, que fueron introducidas por los teotihuacanos para cerrar el acceso entre 200 y 250 después de Cristo”, dijo el arqueólogo.

El carro robot sólo puede emplearse entre una hora y hora media de manera continua, precisó.

Los investigadores mostraron a los medios de comunicación cómo se desplaza el Tlaloque I dentro del túnel. No se sabe con certeza cuánto tiempo utilizarán el carro robot para la exploración del sitio prehispánico.

La superficie por donde se moverá el aparato que diseño Hugo Armando Guerra Calva, del IPN, se cubrió de un polvo muy fino y arena acumulada durante miles de años, lo que provocó que en las primeras pruebas las ruedas patinaran. Por esa razón se incrementó la potencia de los cuatro motores para que tuviera mayor tracción.

Las investigaciones han permitido establecer que el túnel precede a la construcción del Templo de la Serpiente Emplumada, así como de la Ciudadela, puntos que fueron el escenario donde debieron efectuarse los rituales vinculados con los mitos de la creación original, en tanto que el pasaje subterráneo debió estar vinculado con la concepción del inframundo.

“Con el georradar, cuyos estudios han sido realizados por el doctor Víctor Manuel Velasco, del Instituto de Geofísica de la UNAM, se han logrado detectar tres cámaras en las que pudieran localizarse los restos de personajes importantes de la antigua ciudad, pero esto lo comprobaremos hasta que entremos”, puntualizó el arqueólogo.



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