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¿Qué hacemos con los toros?

Natalia Gómez Quintero y Juan Pablo Estrada| El Universal
Viernes 30 de julio de 2010
La prohibición de las corridas en Cataluña abre la puerta para su abolición en México, dicen los defensores de los animales. Los partidarios de la fiesta brava piden que se respeten las tradiciones culturales

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Algunos desearían que justo este año, cuando se celebra el Bicentenario de la Independencia, también se diera una nueva liberación, especialmente de tradiciones como la llamada fiesta brava. Pero otros argumentan el arraigo pleno de ésta a nuestra cultura.

Organizaciones como Asociación Mexicana por los Derechos de los Animales (AMEDEA), MéxicoAntitaurino, Faunapolis, AnimaNaturalis, Animales Libres y Properro, de diversas maneras luchan porque la fiesta brava, donde el toro es maltratado y exhibido, sea erradicada del país. Por eso ellos han dado la bienvenida a la histórica aprobación del parlamento de Cataluña, donde el miércoles se abolieron las corridas de toros.

“Esta victoria significa una puerta abierta para lograr la abolición de la tauromaquia en todo el mundo”, declara Aída Gascón, directora nacional de AnimaNaturalis en España. Pero ese sentir no es sólo de los españoles, pues en México los defensores de animales aseguran que, en breve tiempo, las corridas de toros desaparecerán.

Una afición que ha venido a menos

“Las plazas de toros ganan más por los conciertos que ofrecen que por las corridas. Ese espectáculo nunca ha sido de gusto generalizado, es de élite, tiene un público reducido y por arriba de los 30 años”, dice Gustavo Larios, de AMEDEA y MéxicoAntitaurino.

Luis Ramón Carazo, cronista taurino y analista del programa de radio Estadio W, acepta que la afición taurina ha venido a menos y que los grupos de interés son de adultos más que de jóvenes. No obstante, asegura que lo sucedido en Cataluña tendrá una repercusión casi nula en México porque no se puede afectar a una minoría, es decir, a los aficionados de las corridas de toros.

En el mismo sentido habla el taurino Guillermo Leal, quien recuerda que en la historia de México ha habido un par de ocasiones en que se han prohibido las corridas.

Juan Antonio de Labra, director de www.mundotoromexico.com, argumenta que lo sucedido en España tiene un trasfondo político de ideales separatistas de Cataluña, más que un asunto por la verdadera defensa de los animales.

“A la tauromaquia se le puede defender desde el punto de vista ecológico, aunque parezca una paradoja, y desde el ámbito laboral. Se defiende una especie que entraría en peligro de extinción; un toro no lo puedes tener en un corral porque es una especie que es manipulada por el hombre, como el caballo de carreras. Y luego se agrega el tema constitucional de la libertad de trabajo”, dice Juan Antonio de Labra.

La estrategia para la abolición en México, dice Gustavo Larios, será a través de las leyes, pues cada vez existen más personas que rechazan el maltrato a los animales.

“Entre los propios políticos se retoma el asunto, pues han visto que además puede resultar un tema de posicionamiento ante un electorado”, dice Larios.

La mayoría, en contra de la fiesta

De acuerdo con una encuesta hecha por Parametría en 2009, 88% de los mexicanos se dicen en contra de que el gobierno apoye las corridas de toros.

Ese fue justo el argumento de la utilización de recursos públicos que sirvió a los legisladores en el Parlamento de Cataluña, para que aprobara la abolición de las corridas de toros en la región, lo que representó un adiós a siglos de historia y arraigo en una comunidad que en otros tiempos fue cuna y referencia mundial de la fiesta brava.

La propuesta para cancelar las corridas de toros fue impulsada por la organización Prou! (basta, en catalán) que presentó a finales de 2009 más de 180 mil firmas de personas en contra de la faena taurina.

Las organizaciones proanimales argumentan que, al eliminarse la fiesta brava, no se perderán empleos, pues los ruedos que existen pueden ser bien utilizados para espectáculos más sanos, donde no se maltrate a los animales.

“No existiría la necesidad de correr a nadie, pues se podría mantener el espacio y los trabajos asignados a otro tipo de evento”, comenta Antemio Maya Ptinder, de la organización Animales Libres.

Arturo González, activista de Faunapolis, asegura que el movimiento antitaurino crece. Desde hace tres años las ONG asisten cada 5 de febrero al aniversario de la Plaza de Toros México. “La valla hecha al rededor del lugar reunió el primer año a 300 personas. Este último alcanzó a mil 200 personas”.

Juan Antonio Hernández, cronista de TV Azteca y del programa taurino México Bravo de Proyecto 40, está a favor de ciertas modificaciones en el espectáculo.

“La parte esencial del espectáculo no está en su crueldad al animal; si bien es cierto que existen suertes como la de banderillas y picar, no son la esencia y la parte medular que tiene que ver con la estética de jugar con la bravura del toro”.

Por el contrario, Heriberto Murrieta, cronista de Televisa y ESPN, asegura que no conviene hacer ninguna modificación porque “perdería su esencia”. Augura larga existencia de la fiesta porque el público taurino es cautivo y está acostumbrado a ir a la plaza.

Luis Niño de Rivera, también comentarista del programa México Bravo, rechaza que las corridas puedan ser abolidas en México y menos aún cuando en 16 años se cumple 500 años de festejos en el país. “En México se encuentra la ganadería mas antigua mundo, la de Atenco, es un espectáculo muy solido, difícil de que se termine”, dice.

Los defensores de animales avanzan en su lucha. Saben que no será como en Cataluña, pero aseguran que en México ya no se puede respaldar la tortura a los animales, pues es como reproducir la violencia social.



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