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WASHINGTON.— Las policías estatales y municipales de México están seriamente infiltradas por el crimen organizado, aseguró ayer el subsecretario estadounidense de Estado para el narcotráfico internacional, William Brownfield

En una audiencia del comité de adjudicaciones de la cámara baja, señaló que las policías estatales y locales dan la percepción de que son parte del problema y no de la solución, aunque aclaró que a nivel de “las fuerzas federales han superado eso”.

Brownfield atribuyó el progreso alcanzado al énfasis que la cooperación estadounidense a través de la Iniciativa Mérida ha puesto en el entrenamiento y la depuracióin de las fuerzas federales durante los últimos tres años, y que comenzó una etapa en 2011 para entrenar a más agentes estatales y locales.

“Al ser una federación, igual que en Estados Unidos, 90% de los fiscales y cortes en México corresponden a las instancias estatal y local. La infiltración es un problema muy serio, pero en las instituciones federales es actualmente menor que en las estatales y locales”, señaló.

Ante una pregunta del representante demócrata Adam B. Schiff sobre el asesinato de cinco policías el miércoles por la noche en Ciudad Juárez, un día después que abandonaran los hoteles donde se habían alojado por protección desde el mes pasado, Brownfield respondió que la intimidación es “obviamente una gran parte del problema”.

“Ciudad Juárez es la ciudad más peligrosa de México y de todo el Hemisferio, sino del mundo entero”, insistió William Brownfield al caracterizar la batalla que se libra ahí como de “largo plazo” para recuperar el control de una ciudad que hoy disputan palmo a palmo los elementos de la policía federal al crimen.

Bajan crímenes, dice embajada

Apenas el pasado 18 de febrero, el presidente de México, Felipe Calderón, aseguró que número de homicidios en Ciudad Juárez se ha reducido en un 57% desde la puesta en marcha hace dos años de la estrategia de seguridad “Todos Somos Juárez”.

Por la tarde, la embajada de Estados Unidos en México emitió un comunicado en el que afirmó que su gobierno apoya y aplaude los esfuerzos de México, así como del estado de Chihuahua y Ciudad Juárez, para resolver la violencia relacionada a los cárteles.

Agregó que el impacto de estos esfuerzos se refleja en las estadísticas de crimen de la ciudad, que “muestran una reducción significativa en el número de homicidios”.

Destacó que la asistencia de los Estados Unidos se ha enfocado en capacitación y equipamiento de policías, y que los esfuerzos bilaterales bajo la Iniciativa Mérida cambian de “enfoque de las policías federales hacia las policías estatales”, por lo que Chihuahua y Ciudad Juárez se han convertido en prioridades clave.

En la audiencia, el funcionario estadounidense también dijo que “México eventualmente tiene que decidir cómo va a resolver el problema. Ya sea con el modelo colombiano, gastan mucho dinero en guardaespaldas”, tras precisar que la Policía Nacional colombiana destina cerca de 10 mil agentes —entre el 8% y 9% de su presupuesto total— a labores de custodia.

En medio de una situaciónpreocupante en ciudades como Juárez, Brownfield se declaró sin embargo optimista a la luz de lo que se ha conseguido hasta ahora —obligando, entre otras cosas, a retirarse a los carteles a otras regiones como a Centroamérica—, para pensar que las cosas serán mejores en el largo plazo: “No tenemos que alcanzar el paraíso para alcanzar el éxito. Lo único que tenemos que hacer es encarecer entre un 5% y un 10% el negocio (del narcotráfico). Cuando logremos eso, las leyes económicas entrarán en juego y los narcos tendrán que irse a otra parte”.

Eestados Unidos ha destinado mil 400 millones de dólares a través de la Iniciativa Mérida para combatir el crimen organizado en México.