CHILPANCINGO

Dos estudiantes de la Normal de Ayotzinapa murieron a tiros durante un enfrentamiento con fuerzas de seguridad federales y estatales que pretendían evitar que los normalistas bloquearan la Autopista del Sol en la caseta de cobro situada a la salida de esta capital en dirección a Acapulco.

Las dos víctimas recibieron impactos de bala desde el frente policiaco, cuando con el resto de sus compañeros se oponían a levantar el bloqueo lanzando piedras, palos y las llamadas bombas caseras o molotov.

Uno de los agentes, de las Fuerzas Especiales de la Policía Estatal Preventiva (PEP) que llegaron armados con rifles R-15 y en patrullas, que iba de civil y fue detenido por federales, aceptó haber disparado contra normalistas.

Su nombre no fue revelado por los responsables de la investigación, en la cual colabora la Secretaría de Gobernación que “en coordinación con el gobierno guerrerense deslindará responsabilidades y llevará ante la justicia al o los responsables de los homicidios”.

Los estudiantes iniciaron el bloqueo a la autopista Cuernavaca-Acapulco a las 11:00 horas, pero 50 minutos después elementos de las fuerzas especiales de la PEP hicieron disparos al aire para dispersar a los inconformes, pero posteriormente los jóvenes fueron atacados a balazos a dos fuegos, luego que un grupo de presuntos estudiantes incendiaron una de las bombas surtidoras de la gasolinera Parador del Marqués, donde resultó con quemaduras el despachador Gonzalo Rivas.

Realizaron el bloqueo para exigir la designación de director en la escuela, reducir a siete el promedio para ingresar a la normal y mejorar la calidad de la comida, entre otras demandas.

En la refriega que, según testigos, duró cerca de media hora, fueron abatidos los jóvenes Jorge Alexis Herrera Peña, originario de Atoyac, municipio de la Costa Grande, y Gabriel Echeverría de Jesús, de 22 años, oriundo de Tixtla, municipio donde se encuentra la Normal Rural de Ayotzinapa.

El procurador Alberto Rosas López reveló que las víctimas presentaban impactos de arma tipo AK-47, que no usan corporaciones del estado, cuyos elementos —dijo— acudieron al lugar desarmados. Tras deslindar a policías locales en la muerte de los estudiantes, aseguró que la protesta fue “atípica” por ser día inhábil y que en el lugar hubo presencia de “grupos civiles ajenos” al gobierno y los normalistas, y que buscan desestabilizar a Guerrero.

Tras la acción policiaca, las fuerzas especiales de la PEP y los federales, así como ministeriales se retiraron del lugar, sólo se quedaron los policías antimotines que portaban escudos y macanas, mientras arribaban al lugar elementos del Ejército.

El tráfico vehicular fue interrumpido por cerca de tres horas, debido a que los dos jóvenes quedaron tirados en ambos carriles que conducen a la ciudad de México y al puerto de Acapulco, lo que originó una fila de vehículos de varios kilómetros.

En los hechos hubo siete heridos, 24 detenidos, entre ellos un joven de Acapulco, Gerardo Santiago Peña, a quien se le encontró un rifle AK-47 y municiones, informó el procurador.

Hasta anoche, los cuerpos de las dos víctimas permanecían en el Semefo de esta capital para ser entregados a sus respectivos familiares.

Condena generalizada

Maestros y estudiantes de la normal, situada en Tixtla de Guerrero, en la hacienda de San Juan Ayotzinapa, llamaron a una reunión urgente para convocar a movilizaciones y exigir el castigo de los responsables materiales e intelectuales de los dos crímenes.

El gobernador Ángel Aguirre aseguró que la vocación de su administración “no es la represión, sino el respeto de los derechos de todos”. Reiteró su disposición para que los problemas y demandas de los diversos grupos de la sociedad se resuelvan mediante el diálogo, entendimiento y concertación.

El presidente de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH), Juan Alarcón Hernández, dijo que fue injustificable disparar contra los estudiantes. “Vamos a investigar quién autorizó disparar contra normalistas”.

La CNDH también inició una queja de oficio y personal de la oficina regional hizo contacto con los familiares de las víctimas de estos hechos, que calificó de lamentables y condenables, y que no deben quedar impunes