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El escritor Mario Vargas Llosa, premio Nobel de Literatura 2010, consideró un “fracaso” la guerra en México que emprendió el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa en contra del narcotráfico, lo que —dijo— facilitará el regreso del PRI a la Presidencia de la República.

“La lucha emprendida con gran coraje del gobierno mexicano contra las mafias ha fracasado estrepitosamente”.

Vargas Llosa señaló que en la lucha anticrimen del presidente Calderón Hinojosa “da la impresión” de que los cárteles del narcotráfico van ganando.

“La violencia que ellas (las mafias) imponen es la que está en la actualidad”, indicó Vargas Llosa.

Aseguró que el fracaso de ese combate le abre la puerta al regreso al poder del PRI, partido que calificó de “detestado y detestable”.

El cual “puede volver al poder por elecciones limpias. ¿Qué pasó?, ¿qué es lo que ocurrió?, ¿por qué ese fracaso de un país que todo parecía indicar que iba a ir más bien hacia adelante?”.

El escritor Premio Nobel de Literatura estuvo en la celebración por el 10 aniversario de la edición española de la revista Letras Libres.

En el encuentro, en donde estuvo el historiador mexicano, Enrique Krauze, Vargas Llosa aseguró que en la lucha anticrimen de Calderón “da la impresión” de que los cárteles del narcotráfico van ganando.

“La violencia que ellas (las mafias) imponen es la que está en la actualidad”, indicó.

En los años 90, Vargas Llosa etiquetó el sistema político y de gobierno en México como una “dictadura perfecta” por su capacidad de mantenerse en el poder, en ese entonces por más de 60 años, sin estar bajo un régimen dictatorial común.

Enrique Krauze respondió que en tiempos del PRI había un sistema de control completo: político y social, en el cual el sistema de justicia no tenía nada que ver.

“No era un Estado de derecho y al venir la democracia hubo un proceso de descentralización centrífugo y el poder volvió a los estados, a los gobiernos municipales y a los gobiernos estatales, pero también volvió a los malos, a aquellos que operaban en combinación con los políticos locales y que ahora se dan cuenta de que ante un Estado débil ellos pueden volverse los viejos y los nuevos caciques de su lugar”.