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El catolicismo va a la baja en el país

Saúl Hernández y corresponsales| El Universal
Domingo 17 de julio de 2011
El catolicismo va a la baja en el pas

A LA BAJA. Las personas que señalaron no tener una religión pasaron de 3.5% de la población a 4.6% en esta década. En términos absolutos crecieron de 3 a 4.7 millones los no creyentes. (Foto: ARCHIVO EL UNIVERSAL )

De acuerdo con datos del Censo de Población y Vivienda 2010, en la última década la Iglesia católica perdió terreno en todos los estados, siendo el caso más notorio Quintana Roo, donde los fieles pasaron de conformar 73.2% de la población estatal, a sólo 64.6%

 

 

Poco después de separarse de su esposo, quien la maltrataba y le era infiel, doña José decidió dejar la religión católica para abrazar el rito cristiano. ¿La razón? Considera que los pastores y los feligreses de su nuevo culto son solidarios: la ayudan a cuidar a sus hijos, la procuran cuando surge una enfermedad y hasta están cooperando para celebrar la fiesta de 15 años de su hija.

La conversión de esta mujer oaxaqueña, de unos 40 años y madre de tres hijos, ocurrió hace cinco años. Ella sentía que los sacerdotes y los feligreses católicos no se acercaban a sus problemáticas particulares.

“Encuentro apoyo hasta con tareas de la escuela, apoyo sicológico o cuando enfermo hay hermanas —como se llaman entre los creyentes de esta religión— que me cuidan. En cambio, cuando estaba en la otra religión y atravesaba por estas circunstancias —de enfermedad—, no tenía a nadie a mi lado, porque mi familia vive lejos. Desde el primer día que me invitaron me llamó la atención la forma de dirigirse a cada quien: sentí que sí volteaban a verme, no como cuando iba a la misa católica, todo era más individual”, cuenta doña José.

Ahora está contenta porque las “hermanas y hermanos” de su templo le ayudan a organizar la fiesta de 15 años de su hija, que será en agosto. “Me prestarán el salón de la iglesia, otros se ofrecieron a ser los meseros, yo cocinaré pollo en barbacoa y también las hermanas me ayudarán”, dice.

Asegura que en caso de estar en la Iglesia católica “yo me tendría que rascar con mis propias uñas, porque ahí cada quien jala por su lado; aquí no, aquí somos realmente una hermandad, nos echamos la mano uno al otro”.

De acuerdo con los datos del Censo de Población y Vivienda 2010, 84 de cada 100 mexicanos mayores de cinco años profesan la religión católica.

Aunque el catolicismo sigue siendo la religión predominante en el país, su presencia en la sociedad se ha reducido gradualmente. En la primera década del siglo pasado más de 99% de la población era católica; en cien años este porcentaje se redujo a 88%. En 2010, la proporción de católicos en México ya era de 83.9%.

En la última década la Iglesia católica perdió terreno en todos los estados del país. El caso más notorio, Quintana Roo, donde los católicos pasaron de conformar 73.2% de la población estatal a sólo 64.6%. Y actualmente, las entidades que poseen la menor proporción de católicos son Chiapas (59.5%), Campeche (64.1%) y Tabasco (65.6%), en el sureste del país.

Avanzan los evangélicos

En 2003, Rigoberto Aguilar Pérez, un campesino chiapaneco quien entonces contaba con 34 años de edad, rompió con el catolicismo para adherirse a la iglesia “Jesús el camino”, de corte pentecostés, pero dos años más tarde su fe estaría a prueba.

En 2005, las autoridades comunitarias lanzaron una intensa persecución contra las familias de “Jesús el camino”, que tienen su templo a 300 metros de donde se venera a Santa Rita, patrona de la región, al forzarlos a participar en las celebraciones de mayo y a realizar el cambio de vestuario de “La santa de los imposibles”.

Como católico, Aguilar Pérez participó en las labores de limpieza y mantenimiento del templo, pero cuando leyó la Biblia, renunció a estas actividades, lo que molestó a los católicos.

Cuando los 60 miembros de la iglesia “Jesús el camino” se negaron a dar la cooperación y participar en las actividades del templo, los líderes de la comunidad les cortaron la luz y el agua.

Los católicos del pueblo dejaron de comprar en la tienda de Aguilar Pérez, donde en una de las puertas se lee: “Jesucristo es mi camino”.

A finales del 2008, los protestantes fueron obligados a pagar una multa de 52 mil pesos, que representaba los años en que se negaron a dar cooperaciones para la fiesta de Santa Rita.

Pese a la persecución que sufrió durante tres años, Aguilar Pérez está convencido de que “vamos a continuar en la misma fe”.

En la actualidad, las iglesias de corte pentecostés, de acuerdo con sacerdotes y líderes protestantes, son las que presentan mayor crecimiento en toda América Latina.

En los últimos 10 años, la población no católica creció de 7.6% a 10%. Este incremento se debió en buena medida al crecimiento de las iglesias evangélicas, que de contar con 2.4 millones de fieles, en la actualidad suman 5.1 millones (de 2.8% a 5.1% de los mexicanos). De éstos, 1.1 millones se concentran en el Distrito Federal y el Estado de México.

Cabe señalar que, según el INEGI, la corriente evangélica agrupa a distintas iglesias que comparten líneas doctrinarias, pero se diferencian tanto en su organización como en la forma en que expresan el culto.

Las iglesias protestantes agrupan a 0.7% de la población. El número de sus feligreses creció de 600 mil a 739 mil en la última década, siendo los grupos más numerosos los presbiterianos y bautistas. La mayoría se ubica en los estados de Chiapas y Tabasco.

Las iglesias pentecostales y neopentecostales concentran 1.6% de la población; la Luz del mundo, 0.2%; los adventistas, 0.6%; los mormones, 0.3%; y los testigos de Jehová, 1.4%.

El 0.2% de los mexicanos profesan otras religiones diferentes del cristianismo (judaísmo, budismo, islamismo, entre otras). Éste es el único grupo que disminuyó en cuanto al número de creyentes, pasando de 306 mil en el 2000 a 159 mil en 2010.

Marco Antonio Luna, originario de Chilpancingo, Guerrero, sigue los preceptos del Templo de la Voz de la Piedra Angular, un culto evangélico fundado hace 40 años por William Marrion, en Estados Unidos. Él asegura que ya no le gustó la religión católica “porque es de otra época, no ha evolucionado, parece del siglo XVII”.

Dice que, con todo respeto para otras religiones, incluida la católica, ahora “es la época de la Piedra Angular, donde está el Dios vivo, que si lo invocas hace milagros, porque a mí me ha tocado ver cómo en una ocasión vi salir agua de una pared, que son formas de manifestarse de Dios”.

Y cita casos de supuestas sanaciones mediante la invocación de Dios, como la recuperación de la vista de una mujer y de otra que prácticamente estaba deshauciada luego de sufrir un desangramiento interno. “Invocaron a Dios y sanaron”, asegura Luna.

Crecen los no creyentes

Las personas que señalaron no tener una religión pasaron de 3.5% de la población a 4.6% en esta década. En términos absolutos crecieron de 3 a 4.7 millones los no creyentes.

La mayoría de este grupo corresponde a una población joven, pues 35.4% tiene entre 15 y 29 años.

En cuanto a género, los hombres sin religión predominan al constituir el 58.2%. Esta relación se manifiesta en todos los grupos de edad, pero más marcadamente entre los jóvenes, de tal suerte que la quinta parte de los mexicanos sin creencias religiosas son hombres de entre 15 y 29 años.

Las entidades que tienen la mayor proporción de no creyentes son Quintana Roo (13.3%), Chiapas (11.9%) y Campeche (11.3%). En el Distrito Federal esta proporción pasó de 2.9% en 2000 a 5.6% en 2010.

 



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