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Por más de tres horas, 200 internos del Reclusorio Sur se amotinaron para protestar por los decomisos de droga; 16 personas resultaron lesionadas y una fue trasladada a un hospital.

La rebelión se dio un día después de que el custodio José Édgar Díaz Mireles fue detenido, y recluido en el mismo penal, por la Procuraduría General de la República (PGR) al intentar ingresar casi seis kilos de mariguana en dicho reclusorio.

“SOS mota”, se leía en un letrero que colocaron en un patio los presos, quienes incendiaron por lo menos un colchón ubicado en una caseta de seguridad, aunado a que causaron destrozos con mobiliario de la prisión.

Aunque las autoridades penitenciarias informaron que los hechos se generaron por un enfrentamiento entre un grupo que quería saquear las pertenencias de otros, la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), quien envió visitadores, dijo que el problema era por droga.

Familiares de los internos dijeron que desde hace un par de semanas no se ha permitido el ingreso de drogas, y eso mantiene alterados a los reos.

Pasadas las 10 de la mañana, se movilizó a policías el grupo táctico Tiburón al penal, ubicado en la delegación Xochimilco; una hora después la Subsecretaría del Sistema Penitenciario informó que se trataba de un pleito entre una docena de internos que tras saquear una tienda del Dormitorio 6, se habían enfrentado con otros reos.

La encargada de los reclusorios, Celina Oseguera, acudió al lugar e informó que todo estaba bajo control.

En total hubo seis heridos, descalabrados, atendidos por la institución, pero ninguno de gravedad, dijo.

Al mediodía la funcionaria aseguró que todo estaba bajo control; sin embargo, a las 14:00 horas se seguían observando nubes de gas lacrimógeno que lanzó personal de seguridad para controlar a los internos.

La información oficial fue diferente a la que dio la segunda Visitadora de la CDHDF, Rosalinda Salinas Durán, quien dijo que los hechos derivaron de que se tomaron medidas de control.

“Esa es una de la información que tenemos de estas medidas, de control al interior, porque no tendría que haber droga al interior de reclusorios”.

Informó que un médico de la CDHDF certificarían las lesiones por la trifulca en los dormitorios 6 y 7.

Entre los lesionados hubo un custodio, mientras que de los reos heridos, uno fue llevado al hospital de Xoco.

En contraste, la subsecretaria Celina Oseguera dijo que todos los heridos eran atendidos en la enfermería del lugar, que todo estaba controlado y que se servía la comida a la población.

Pidió no calificar el hecho como un motín, pues señaló que no se había requerido el ingreso de los policías.

Familiares de internos exigían información y golpeaban la puerta del reclusorio; incluso, intentaron agredir a algunos reporteros.

Trascendió entre personal del reclusorio e internos que la disputa se originó entre grupos de reos que se disputan el control de la distribución de droga, proceso en el que un preso colombiano, de nombre Yojairo, fue golpeado brutalmente al intentar apoderarse del negocio ilícito. Además, acusan a personal de custodia de participar al apoyar a un distribuidor, a quien se le conoce con el nombre de Fidel.