VIH perinatal aún es lastre para México
TAILANDIA. En varios países se realizan diversas manifestaciones para conmemorar el Día Mundial de la Lucha contra el Sida. (Foto: CHAIWAT SUBPRASOM / REUTERS )
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TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis.— En México no deberían nacer niños contagiados
con VIH-sida, cuando se cuenta con tratamientos antirretrovirales
gratuitos para evitarlo, afirmó Arnaud Peral, presidente del Grupo
Temático ONUSIDA México, quien aseguró que el país debió haberse
declarado libre de la transmisión perinatal del virus desde hace
tiempo.
Todavía existe el problema, dijo, porque hay embarazadas que
contagian a sus bebés porque no saben que tienen VIH y no cuentan con
la información de que aplicándoles a tiempo el tratamiento
antirretroviral pueden proteger a su hijo del virus.
En los últimos ocho años, han nacido entre 250 y 300 niños
infectados por VIH cada año en México, de acuerdo con José Antonio
Izazola, director general del Centro Nacional para la Prevención y
Atención del VIH-sida (Censida).
Desde el inicio de la epidemia, en 1986, a la fecha, hay mil 500
niños notificados con sida, lo que representa menos de 3% de los casos
acumulados del VIH en nuestro país.
El representante del Programa Conjunto de Naciones Unidas contra
VIH-sida (ONUSIDA) recomendó a México realizar más actividades de
detección temprana, pues si bien se ofrecen a las mujeres embarazadas
pruebas rápidas de detección del virus, esto no se hace de manera
sistemática para todas; además, falta información sobre la enfermedad y
la manera como se transmite.
Miedo a la discriminación
Arnaud Peral alertó que en México hay un problema de detección y
registro de casos de VIH, porque la gente no acude a los servicios de
salud a realizarse la prueba, por temor a la discriminación.
Griselda Hernández, directora de Atención Integral del Centro
Nacional para la Prevención y Atención del VIH-sida, reconoció que a 12
años de que el gobierno federal comenzó a ofrecer el antirretroviral
para prevenir la transmisión del VIH de madre a hijo, todavía hay
obstáculos que ocasionan que sigan naciendo bebés contagiados, entre
ellos que las embarazadas acuden tardíamente al control prenatal, y a
que no exigen la aplicación de una prueba rápida para conocer si son
portadoras del virus.
Recordó que hace tres años, cuando comenzaron a aplicarse las
pruebas rápidas de detección en los hospitales del país, se enviaron 2
millones para utilizarlas en un año, pero “se terminaron de usar hasta
después de dos años, lo que evidencia la falta de información”.
Reconoció que no se obliga al personal de salud de los hospitales a
aplicar esta prueba rápida de detección a las embarazadas. Para
revertir la situación, dijo, se cuenta con un anteproyecto de Norma
Oficial Mexicana sobre Defectos al Nacimiento, pero falta aprobarlo.
El director de Censida informó que este año se pretende reforzar el
programa de salud materna para saber cuántas embarazadas reciben la
oferta de realizarse la prueba confidencial, pero los trámites
administrativos lo han retrasado.
Los “golpes” de la crisis
Arnaud Peral afirmó que la crisis económica impactará la lucha
contra el sida en varios países, entre ellos México. Es preocupante,
dijo, la reducción de presupuesto a este tema: “Quizá los efectos los
podamos ver dentro de dos años”.
Durante el tercer día de actividades del segundo Congreso Nacional
sobre VIH-sida, el auditorio del Centro de Convenciones estuvo
prácticamente vacío y con poca asistencia de representantes de las
organizaciones civiles que trabajan contra el VIH-sida.
José Antonio Izazola, director general de Censida, informó que para
este congreso se destinaron 7.5 millones de pesos, de los que 2
millones 700 mil le correspondió a la institución que él encabeza y el
resto fue otorgado por el gobierno estatal y por la venta de stands.
Hasta ayer estaban inscritas mil 500 personas, muchas con beca
completa, pero tanto los talleres como las conferencias lucieron con
pocos visitantes.