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En las más de 8 mil estancias infantiles creadas con el patrocinio de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) el personal carece de capacitación, las medidas de seguridad son escasas e improvisadas, por lo que se convierten en un riesgo latente para los menores de edad, advierten expertos y legisladores.

En los requisitos que la dependencia solicita en el Programa de Guarderías y Estancias Infantiles para Apoyar a Madres Trabajadoras sólo menciona que los dueños de los inmuebles cuenten con un espacio físico de 2 metros por cada niño y cumplan con una serie de trámites burocráticos.

El mobiliario exigido por la dependencia se reduce a una silla infantil por cada niño, una mesa de trabajo por cada seis niños, una cómoda o mueble de guarda y un botiquín médico, sin especificar lo que debe contener.

Las estancias impulsadas por la Sedesol no están obligadas a cumplir la Norma Oficial Mexicana en la materia, que exige un diseño arquitectónico que permita facilidades para desalojar el inmueble en caso de siniestro, detectores de humo, colocación de extintores en lugares estratégicos, así como puertas, alarmas y sistemas de iluminación de emergencia.

La Secretaría incluso realiza excepciones y aprueba la apertura de estancias aunque el inmueble no disponga de servicios básicos como drenaje, o los encargados no tengan el mínimo de estudios requerido.

Investigadores consideran que la creación de estancias en casas particulares, apoyadas por la actual administración, representan una “bomba de tiempo”, pues carecen de algún tipo de supervisión.

Gustavo Leal Fernández, investigador del Departamento de Atención de la Salud de la UAM Xochimilco, destaca que las nuevas guarderías —que atienden a 221 mil niños— son operadas por amas de casa, a las que se capacitó mediante cursos rápidos.

Por su parte, el presidente del Consejo Consultivo del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Mario Luis Fuentes, afirma que las guarderías de la Sedesol requieren de una gran supervisión. En los estados, explica, corresponde a autoridades locales revisar las instalaciones.

“Me preguntó si efectivamente los estados tienen la capacidad para estar supervisando. Mi apreciación es que no cuentan con los recursos para cumplir esta función”, subraya.

En la Cámara de Diputados, la presidenta de la Comisión de Equidad y Género, Maricela Contreras, afirma que las encargadas no cuenta con la capacitación necesaria ni hay programas pedagógicos orientados a los pequeños de entre un año y 3 años con 11 meses de edad.

Agregó que ese tipo de locales se han creado como pequeñas “escuelitas” en las cuales la Secretaría de Desarrollo Social no es responsable ni brinda prestaciones a las encargadas, ni se tiene un seguro de cobertura amplia en caso de accidente.

Sin embargo, la coordinadora del Programa de Estancias Infantiles, Joanna Cristo, defendió el concepto y garantizó que operan “en condiciones óptimas”. Lía Limón, una de las creadoras del programa, indicó que esos lugares son sitios más seguros para los niños porque se trata de espacios más pequeños.