Cae zeta de los más buscados por la DEA
luz.gonzalez@eluniversal.com.mx
Policías federales detuvieron en Matamoros, Tamaulipas, a Gregorio
Sauceda Gamboa, El Caramuela, El Metro 2 o El Goyo, de 44 años, ubicado
en la segunda línea de la estructura de mando del cártel del Golfo y
pieza esencial en la fundación de esa organización criminal.
El Caramuela fue policía ministerial, tiene al menos 20 órdenes de
aprehensión y figura en la lista de los más buscados por la agencia
antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés).
Fue capturado junto con Gabriela del Toro Copto, presuntamente su
esposa, y Miguel Ángel Reyes Grajales, El Güero, otro integrante de la
banda. Los tres fueron presentados ayer en el Centro de Mando de la
Policía Federal en Iztapalapa.
El general Javier del Real Magallanes, subsecretario de Estrategia e
Inteligencia Policial, indicó en conferencia que la detención es
resultado de los trabajos de inteligencia de la Policía Federal, que
permitieron ubicar un domicilio en la avenida Ejido y calle 6/a. entre
3/a. colonia Tlaxcala, en Matamoros.
En el operativo —que se realizó sin un solo disparo— se aseguraron
cinco armas largas, un lanzacohetes M72A3 antiblindaje, 30 cargadores
de diversos calibres, 4 mil 575 cartuchos útiles y un vehículo.
El subsecretario destacó que de acuerdo con reportes de inteligencia
de 1996 a 2004 Gregorio Sauceda fue una pieza clave para la
conformación del cártel del Golfo, encabezado por Osiel Cárdenas
Guillén.
Incluso tras la captura de éste, El Goyo ocupó temporalmente el
mando de la organización, puesto en el que fue relevado por Jaime Durán
González, El Hummer, detenido por la Policía Federal el 7 de noviembre
en Reynosa, Tamaulipas.
A su llegada a esta banda, Cárdenas Guillén lo designó como operador
en Reynosa y Matamoros, plazas codiciadas por grupos antagónicos, como
el cártel del Pacífico, precisó Del Real.
Heriberto Lazcano, líder de Los Zetas, utilizó a Sauceda por su
violencia, para frenar al cártel del Pacífico, lo que convirtió las
plazas de Reynosa y Matamoros en el principal bastión del cártel del
Golfo, que traficaba al mes por esos esos tramos fronterizos un
promedio de 10 toneladas de cocaína y 30 de mariguana hacia EU.
Su adicción a las drogas y padecer cáncer había hecho suponer que El
Caramuela ya no era de la organización, de la que sigue formando parte,
con un nivel de mando importante, destacó Del Real Magallanes.
Dos de sus hermanos se sumaron a la banda: El Cadis, muerto en un
enfrentamiento con la Policía Federal, en Reynosa, y Tomás Sauceda, aún
activo en el cártel del Golfo.