Escaso avance del PIB: 1.6%
ixel.gonzalez@eluniversal.com.mx
Los servicios financieros y la débil producción petrolera limitaron el
crecimiento de la economía nacional en el tercer trimestre del año.
De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y
Geografía (INEGI), en el periodo julio-septiembre de 2008, el Producto
Interno Bruto (PIB), medida del valor de los bienes y servicios
generados en el país, creció 1.6% respecto al mismo lapso de 2007, el
mínimo nivel registrado en cinco años.
Por primera vez desde 2004 el PIB de los servicios financieros y de
seguros cayó, a una tasa de 1% anual, en el tercer trimestre, cifra que
contrasta con el crecimiento anual de 21% reportado en promedio en
2005, cuando las instituciones financieras comenzaron a abrir la llave
al crédito en México.
“Esta es una caída natural, porque los bancos tienen una actitud de
mayor cautela, pues aumenta la aversión al riesgo cuando se ve que las
empresas pueden tener un descalabro; pero lo importante es que los
flujos de crédito no paren”, explicó Luis Foncerrada, director del
Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
Así, la crisis financiera global comenzó a golpear al sector
servicios, que reportó una tasa de crecimiento anual de 2.8%, que
contrasta con alzas anuales de 4% y 5% de años previos.
Por su parte, el sector industrial registró una caída de 1.3% anual
al tercer trimestre de 2008, consecuencia del descenso de 1.1% de la
construcción, la caída de 6.4% de la minería, y una baja de 0.2% de la
industria manufacturera.
En particular, la industria petrolera siguió pesando sobre el
comportamiento negativo de la minería, pues la producción de petróleo y
gas se redujo 8.6% a tasa anual en el tercer trimestre, en tanto la de
los minerales metálicos creció 5.6%.
El director del CEESP confió en que las medidas tomadas por los
gobiernos de las economías desarrolladas y las grandes inyecciones de
recursos tengan un impacto importante que se reflejen a partir del
tercer trimestre de 2009.
Por su parte, Mario Correa, subdirector de análisis de Scotiabank,
explicó que es importante tener en mente que el paquete de rescate en
Estados Unidos está orientado a restablecer las funciones de los
mercados financieros, es decir, a posibilitar que el crédito siga
fluyendo y que la liquidez esté disponible para quien la necesite. “En
resumen para que se den ajustes ordenados en los mercados”.
Aunque advirtió que en Estados Unidos las medidas de política
económica son limitadas, pues las relacionadas con mayor gasto del
gobierno implican más endeudamiento, “y eso ya no necesariamente te va
a tener un impulso significativo sobre el crecimiento del consumo y la
inversión”.
Mientras, un descenso adicional en las tasas de interés de
referencia de los diversos bancos centrales del mundo no hará
diferencia con los niveles tan bajos existentes, apuntó. “Un ajuste en
la economía, lo vamos a tener, lo deseable es que fuera un ajuste
rápido y ordenado y que rápidamente salgamos de la parte negativa del
ciclo económico”.
Mario Correa estimó que la parte más débil de la economía mexicana se verá en el segundo trimestre de 2009.
“Se tendría más bien que trabajar en cuestiones de expectativas
positivas, señalando que el ajuste será rápido. Por ejemplo, ahora que
entre el próximo presidente de Estados Unidos podría construirse un
momentum positivo para la inversión y para los mercados dependiendo del
mensaje que Obama transmita, pero creo que básicamente no medidas de
política económicas tradicionales”, agregó Correa.
El CEESP prevé que la economía nacional crezca entre 1.8% y 2% este año, y por abajo de 1% en 2009.