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Una lujosa mansión decorada con motivos hindúes en el Desierto de los Leones era el refugio hasta el sábado pasado de una organización de presuntos narcos colombianos que introducían al país un promedio de 500 kilos de cocaína al mes para el cártel de Arturo Beltrán Leyva, El Barbas.

De acuerdo con las autoridades, los visitantes e integrantes de la organización, encabezada por el colombiano Teodoro Mauricio Fino Restrepo, El Gaviota, eran citados en Santa Fe y trasladados en camionetas acondicionadas con acrílico que impedían ver el camino.

Un sendero de piedra entre el bosque conduce a la reja principal de la masnión, ubicada en el kilómetro 30.000 del Camino Real a Temascaltitla, de la colonia Santa Rosa Xochiac, delegación Álvaro Obregón.

Una amplia reja metálica, con una enorme estatua de Buda en la parte superior, abre el acceso a los amplios jardines de la mansión, cuya fachada principal ostenta el nombre de Valentina labrado en madera, material que recubre todo el interior de la casa, hasta en lavabos, alberca y jacuzzi.

La mansión tenía un zoológico con dos leones africanos, un tigre blanco, uno albino, dos panteras y un chimpancé; y en un estanque había figuras de dos cocodrilos y un hipopótamo, en fibra de vidrio.

En el salón de fiestas de la mansión fueron sorprendidos el sábado pasado 15 presuntos integrantes de la organización del colombiano Carlos Mayuricio Povedo, El Conejo, enlace del cártel del Norte del Valle de Cali, Colombia, con la organización de los Beltrán Leyva.

La captura de los 15 detenidos, entre ellos cuatro mujeres, desmantela una de las principales bandas de abasto de cocaína colombiana a los Beltrán Leyva, aunque autoridades mexicanas reconocieron que esta no es la única célula dedicada a ello y que se están identificando otros grupos que operan en el país.

Los detenidos celebraban una fiesta cuando agentes federales ingresaron a la propiedad, informaron en conferencia el subsecretario de Estrategia e Inteligencia Policial, Facundo Rosas Rosas, y la titular de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), Marisela Morales.

Los acusados fueron presentados ayer en el centro de mando de la Policía Federal en Iztapalapa. Las mujeres todavía vestían ropa de fiesta.

Fino Restrepo, de 36 años, era el encargado de negociar la entrega de cargamentos de droga con los cárteles mexicanos y el envío de dólares americanos a Colombia, además de llevar la logística de las reuniones de su líder con Arturo Beltrán, según los funcionarios.