Se llama Gerardo Arrechea de la Vega y es cinta negra. Este hombre que dirige una academia de defensa personal que lo mismo entrena a niños que a cuerpos policiales, es uno de los dos instructores que participó en la formación del Grupo Especializado Táctico (GET), de la policía municipal de León, Guanajuato, el cual fue entrenado en prácticas de tortura.

En guardia, con un gesto duro, barba de candado, pelo muy corto y vestido con su traje negro de karateca, Arrechea invita a la gente a inscribirse a los cursos de su academia, ubicada en Naucalpan, estado de México.

Se requiere un doctorado en artes marciales para interpretar su currículo y palmarés, pues asegura que es “cinta negra tercer grado, Doce Pares Eskrima; Full Instructor IMB Academy; Senior Instructor United World May Thai Federation, además de campeón de Eskrima Filipino WEKAF México 1996; campeón May Thai Assoc México 1999 y campeón Copa Sur Jiujitsu 2003”.

De acuerdo con información recabada en León, Arrechea junto con “Jerry Wilson”, presumiblemente ciudadano de origen inglés, son socios de una empresa dedicada al entrenamiento de grupos de élite policial.

En la página electrónica de la Free Fight Academy se asegura que Arrechea es el director e instructor en jefe y no se menciona que Wilson forme parte de esta empresa.

Además de las clases de artes marciales, ofrecen un seminario de prevención del crimen y otro de combate táctico defensivo denominado Palo-Cuchillo-Mano, dirigido a especialistas de seguridad policial y militar.

Prometen que quien termine este curso será capaz de “patear, golpear e inmovilizar” a otra persona, eso sí, “bajo los marcos legales que rigen a las diferentes corporaciones”.

Los alumnos que culminen con éxito este seminario, también aprenderán a evaluar las situaciones para determinar si deben o no lidiar con un oponente armado con un cuchillo o un palo. Y aseguran que incluso se mejorará notablemente la capacidad físico-atlética del discípulo.

En la página se muestran fotografías de entrenamientos a uniformados. Sin embargo, por la tarde de ayer el sitio web fue desactivado y fue imposible encontrar en el lugar a Gerardo Arrechea de la Vega.

No obstante, las autoridades federales no tienen registro alguno de que esta academia esté certificada para ofrecer este tipo de entrenamiento. Ni se sabe si esta clase de instrucción se proporciona a quien la pueda pagar o es reservada para instituciones policiales.

La escuela cuenta con instituciones afiliadas en Morelos, Chiapas y Puebla. En la publicidad de la academia, Arrechea de la Vega asegura a sus clientes tener horarios flexibles “y muchas sorpresas para ti”.