JUCHITÁN, Oax.— La política de México hacia “los hermanos migrantes de Centroamérica es de barbarie. ¡No hay otro calificativo!”, señaló el sacerdote Alejandro Solalinde Guerra, al referirse a la golpiza que agentes federales propinaron a indocumentados la semana pasada.

“Nos golpean como golpean a las focas en Canadá”, dijo ayer Rosa Elba, extranjera ilegal que atestiguó el hecho registrado en la comunidad Las Palmas, Niltepec, de esta entidad.

A punto de abordar el autobús que lo trasladó a la capital del país para reunirse con la comisionada del Instituto Nacional de Migración (INM), Cecilia Romero, el sacerdote destacó que “en este año ha crecido la brutalidad contra los ilegales”.

Solalinde, designado defensor de indocumentados de Centroamérica por la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), recordó que los últimos operativos para detener el flujo de migrantes “se han realizado con saña”.

“El testimonio de los migrantes que escaparon de la golpiza y persecución del último operativo realizado en Las Palmas es grave y muy delicado. Ellos relataron que fueron apaleados y sometidos a la tierra caliente”, precisó.

Dicho operativo, efectuado el lunes de la semana pasada en el más absoluto sigilo, “como si se tratara de combatir a terroristas, no es el primero, porque en este año, Migración (INM) incrementó sus acciones violentas y abusivas”, detalló.

Ayer, antes de partir al DF, Solalinde ofició una misa en la Casa del Migrante que construye en Ciudad Ixtepec. En la ceremonia, varias centroamericanas narraron cómo fueron golpeadas con saña ese día, lo cual fue consignado por este diario en fotos publicadas en su primera plana el sábado pasado.

“Mi hermano, quien no pudo correr hacia el monte, fue golpeado, lo tiraron en la tierra caliente y le aplastaron la cabeza y la cara contra el suelo, y lo soltaron hasta que sangró por la boca y la nariz”, narró Rosa Elba.

“¿Por qué Migración y los policías nos tratan peor que animales?”, preguntó. Inmediatamente después hizo una comparación: “Nos golpean como golpean a las focas en Canadá”, dijo.

Es una pena y una tristeza que México, cuyas autoridades demandan un trato digno para nuestros connacionales en la frontera norte, aplique esa política de barbarie en la frontera sur, cuestionó el prelado.

El cura, quien ha recibido amenazas de muerte por parte de quienes secuestran y extorsionan a los centroamericanos, informó: “Apenas el viernes nos reunimos con el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño”.

Explicó que los responsables de la Pastoral de Movilidad Humana del Episcopado Mexicano, encabezados por el arzobispo de Tijuana, Rafael Romo Muñoz, pidieron que cesen los abusos contra los migrantes.

“Le presentamos un informe donde documentamos que han crecido los abusos en contra de los hermanos centroamericanos”, señaló. Y destacó que “ni los menores de edad que viajan solos se han salvado de las golpizas brutales”.

El entrevistado precisó que debido a las acciones violentas del INM, “muchos migrantes, que vuelven a tomar el tren después de internarse entre el monte, se han caído por el cansancio”.

El responsable de la Pastoral de Movilidad Humana de la región del sureste mexicano dijo que hoy se reunirá con la comisionada del INM, Cecilia Romero, para plantearle que recorran juntos las vías ferroviarias.