La captura de líderes del narcotráfico, el desmantelamiento de cárteles de la droga y la aplicación "exitosa" de una docena de operativos en México no han sido obra de la casualidad, sino resultado de una estrategia de cooperación con Estados Unidos.

Documentos del gobierno estadounidense dan cuenta de una participación activa de la agencia antidrogas del vecino país en operaciones contra el narcotráfico realizadas en México.

El Departamento de Estado menciona en distintos reportes que su contribución no sólo se limita a la aportación de servicios de inteligencia, también capacita a cuerpos policiacos y canaliza decenas de miles de dólares para profesionalizar y reforzar la lucha antinarco en todo el territorio mexicano.

Por su parte, la sección de Asuntos sobre Narcóticos de la embajada de Estados Unidos en México señala que en los últimos cuatro años se intensificaron los esquemas de cooperación y se impulsaron operativos con nombres tan extraños como "Remedio contra el Catarro" (Cold Remedy) y "Gripe Azteca" (Aztec Flu), "Choque", "Águilas Unidas" (United Eagles), "Money Clip" y "Speed Bump", entre otras.

En promedio, esta dependencia provee alrededor de 100 cursos de entrenamiento al año a unos 4 mil policías, investigadores y fiscales, en todos sus niveles, y trabaja de manera "muy cercana" con la Procuraduría General de la República.

De acuerdo con el Departamento de Estado, la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) tiene una participación activa en las acciones.

"El intercambio confidencial de información sensible de las agencias encargadas de aplicar la ley en Estados Unidos con sus contrapartes mexicanos ha derivado en la captura y condena de narcotraficantes, así como en decomisos de narcóticos", señala.

Washington afirma que "equipos bilaterales" han conducido gran parte de las investigaciones y diseñado de manera conjunta las operaciones para enfrentar a los cárteles.

El gobierno estadounidense dio a conocer que en 2004, 2005 y 2006 destinó un presupuesto cercano a los 120 mil dólares sólo para capacitar a policías mexicanos.

Esta etapa de colaboración -madurada en la pasada administración y reforzada en el actual gobierno- incluye la visita sistemática de funcionarios policiacos de México al "Joint Interagency Task Force-South", uno de los centros de Estados Unidos más importantes en el combate al narco.