El presidente estadounidense George W. Bush promulgó la ley que autoriza la construcción de un muro en la frontera con México, hecho que fue calificado por el presidente Vicente Fox como una vergüenza.

En una ceremonia ampliamente difundida, a 12 días de las elecciones legislativas, Bush dijo que su gobierno "tiene la responsabilidad de asegurar nuestras fronteras".

Grupos hispanos consideraron que la ley empeora la situación, mientras organizaciones defensoras de migrantes previeron un voto latino, el 7 de noviembre, contra el Partido Republicano.

En México, el presidente Fox opinó que la medida muestra la incapacidad estadounidense para manejar el problema de la migración. "Si fue una decisión con sentido electoral, pues en el pecado llevarán la penitencia"´, expresó.

La Secretaría de Relaciones Exteriores dijo que la construcción de la barda de mil 150 kilómetros daña a la relación bilateral.

En Canadá, donde realiza su segunda gira internacional, el presidente electo Felipe Calderón señaló que Estados Unidos comete un grave error al ampliar la valla fronteriza. "No se resuelve nada con eso", aseguró.

Para el embajador de Estados Unidos en México, Antonio O. Garza, la medida adoptada obedece a que la zona fronteriza ya no es segura, debido a que se ha convertido en campo de acción del narcotráfico.

En una charla en la Universidad de Yale, el ex presidente Ernesto Zedillo acusó a Estados Unidos de incongruencia histórica al pretender levantar una barda fronteriza, cuando en el pasado proclamó como un triunfo el derrumbe de muros separatistas.

(Con información de Wilbert Torre y Sergio Jiménez, corresponsal y enviado)