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Gracias a los convenios que México mantiene con varios países, se permiten las adopciones de niños mexicanos en otras naciones. Más de 12 mil peticiones se contabilizaron en un lapso de ocho años por parte del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), tanto por ciudadanos de este país como por extranjeros.

Las estadísticas publicadas por el Convenio de La Haya no se presentan de manera homogénea en cada país. Sin embargo, las cifras disponibles permiten saber que llegaron 333 niños mexicanos a Estados Unidos entre 2006 y 2009; 146, a Italia entre 2006 y 2010; 24, a España en el año 2009; nueve, a Francia en 2010 y 2013, y sólo dos a Canadá el año pasado. Países Bajos no especificó cuántos de los niños adoptados en otra nación eran originarios de México, Suiza no registró ningún mexicano e Irlanda no cuenta con reportes ante dicho tratado internacional.

En total, entre 2006 y 2013 fueron adoptados 514 niños mexicanos por ocho países que mantienen convenios con México gracias al Convenio de La Haya.

Sin embargo, las cifras presentadas por La Haya no coinciden con las de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y el DIF. La variación está determinada por procesos administrativos, como lo es la certificación de la adopción por parte de los padres.

La Cancillería tiene el registro de 261 menores adoptados fuera de México durante un lapso de casi ocho años (2006-2014) mientras que el DIF tiene reportados 431 niños en el mismo periodo.

La variación de cifras es justificable, explicó Cristina Oropeza Zorrilla, directora de Derecho de Familia de la Dirección General de Protección a Mexicanos en el Exterior de la SRE.

“En México, una vez que se emite la sentencia, el niño ya es como el hijo biológico de esas personas, entonces ellos pueden hacer trámites con esa sentencia como tal”, comentó Oropeza.

En entrevista con EL UNIVERSAL, la funcionaria del departamento encargado de recibir expedientes de padres procedentes del extranjero y de la expedición del documento que avala la adopción, explicó: “Para que el procedimiento se siga al pie de la letra tiene que haber este certificado. Ahora, cada país es diferente, puede haber gente que obtiene una sentencia, la puede ir a homologar a su país de origen y en el inter haber tramitado un pasaporte. Pero en términos estrictos de la Convención, hasta que se emite el Artículo 23 se puede hacer la salida del niño”.

México les da seguimiento

Para asegurar que los infantes se integraron a una familia adecuada, los entes involucrados le dan seguimiento al menor y a sus padres mediante un reporte post-adoptivo cada seis meses durante los dos primeros años de la llegada del niño a su nuevo país y cada año hasta que éste cumpla 16 años de edad, explicó la Maestra Adriana Luna Lozano, directora general Jurídica y de Enlace del DIF Nacional.

Los seguimientos llegan del extranjero a la Secretaría de Relaciones Exteriores, ésta los envía al DIF, dependencia encargada de verificarlos: “Se hacen mediante estudios de trabajo y entorno social, la otra parte es el estudio sicológico, de personalidad e incluso académico. Tiene que ser con dictámenes de profesionales, quienes valoran el desempeño del niño a nivel psicoemocional”, comentó Luna.

“Si llegáramos a detectar alguna inconsistencia que afecte al menor, podemos acudir a la Embajada del país y hacemos la llamada de atención, pero como ciudadanos del país al cual se fueron, porque ya deben ser protegidos por esa ley”, dijo la Maestra Luna.

Cristina Oropeza explicó que, a nivel internacional, las estadísticas publicadas por la Conferencia de La Haya pueden no cuadrar con las nacionales, pues “no viene ahí quién las elaboró ni cuál fue la referencia para esos números. Hay unas que dicen 90 procesos de adopción, si nosotros de 2006 a 2014 llevamos 261, sería raro que en un año hubiera 90. No sé qué hayan contabilizado, esas cifras nunca van a coincidir con las nuestras porque no sabemos qué están tomando en consideración”, concluyó la funcionaria.