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En la Ciudad de México abordar un microbús en buen estado es como encontrar una aguja en un pajar. Y no es para menos: nueve de cada 10 unidades ya rebasaron su vida útil.

De acuerdo con el Padrón de Microbuses 2013 que tiene la Secretaría de Transportes y Vialidad (Setravi), en la capital del país circulan, a diario, 18 mil microbuses concesionados, de los cuales casi 16 mil rebasan los 10 años de antigüedad, que es el límite de su vida útil.

Pero esto no es lo más grave. El 77% de las unidades —casi 14 mil— superan incluso las dos décadas de vida, lo que las vuelve por completo obsoletas. En otras palabras, son chatarra con ruedas.

En el padrón hay microbuses que bien podrían considerarse reliquias: 488 datan de la década de los ochenta y una docena empezó a circular desde finales de los setenta.

Oficialmente, las unidades destinadas al servicio público de transporte de pasajeros en el Distrito Federal deben ser sustituidas cada 10 o 15 años, tomando como referencia la fecha de su fabricación. La realidad, sin embargo, es otra.

En este momento, sólo 16 de cada 100 microbuses que circulan en la ciudad cumplen con esa antigüedad. El resto debería estar fuera de circulación por el peligro que representan para usuarios, peatones y automovilistas, pero no es así.

Basta subir a una de estas unidades para constatar el mal estado en que se encuentran. Vidrios rotos, asientos en mal estado, defensas amarradas con alambres, espejos laterales pegados con cinta adhesiva, falta de luces interiores y exteriores y ausencia de salidas de emergencia son sólo algunos defectos visibles.

A tales desperfectos se agregan las fallas mecánicas, menos perceptibles pero más peligrosas al ser la causa de numerosos accidentes de tránsito en el Distrito Federal.

Rutas obsoletas

Para los usuarios de las rutas 83 y 86, viajar en un microbús moderno es simplemente una fantasía. No importa la unidad que hoy aborden, cualquiera de ellas tiene más de 20 años en circulación.

Estas no son las únicas rutas compuestas en su mayoría por chatarra. En las rutas 17, 19, 23, 24, 29, 32, 34, 36, 45, 49, 52, 58, 61, 73, 75, 78, 79, 84, 90 y 103 —que corren por 124 ramales diferentes— las unidades más nuevas tienen entre 16 y 20 años de edad.

Aunque no todo son malas noticias. También hay ejemplos de rutas que en su mayoría cuentan con unidades de reciente creación.

El 90% de la flota de microbuses de la ruta 121 —concesionada a la empresa Servicios Alternativos de Transporte S.A. de C.V.— tiene menos de 10 años de edad. Su unidad más vieja es modelo 2002.

EL UNIVERSAL elaboró unos gráficos interactivos, disponibles en nuestro sitio web, para que los usuarios conozcan la antigüedad de los microbuses de las rutas en las que se desplazan. El padrón de microbuses se obtuvo mediante la solicitud de información 0110000160113 dirigida a la Secretaría de Transportes y Vialidad del Distrito Federal (Setravi).

Promesas incumplidas

El microbús es el medio de transporte más utilizado por los chilangos. Cada día se desplazan por este medio más de 12 millones de usuarios, según datos de la Setravi.

A pesar de que 60% de los viajes se hacen en transporte concesionado, las autoridades poco han podido hacer para modernizarlo. Esto a pesar de que las últimas tres administraciones capitalinas se han comprometido “ahora sí” a solucionar el problema.

A 14 años de que la Setravi pusiera en marcha el Programa de Sustitución de Microbuses por Autobuses, los resultados de este proyecto no se lograron.

El manual del programa publicado en la Gaceta Oficial del Distrito Federal el 25 de febrero de 2000, indicaba que en ese entonces circulaban 22 mil 933 microbuses, de los cuales se pretendía renovar 95% por haber acabado su periodo de vida útil.

Sin embargo, durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador sólo se lograron remplazar 2 mil 292 unidades. Marcelo Ebrard no avanzó mucho más que su antecesor: entre 2007 y 2012, apenas se renovaron 2 mil 531 unidades.

A principios de 2013, Rufino H. León, titular de la Setravi, aseguró que tomarían medidas para sacar de circulación a por lo menos 20 mil microbuses obsoletos en un tiempo aproximado de seis años, y sustituirlos por unidades nuevas.

Las dos administraciones anteriores prometieron lo mismo y juntas apenas pudieron desaparecer 4 mil 800 vehículos obsoletos. Y mientras las autoridades siguen dando largas al problema, más de 12 millones de chilangos se juegan la vida a diario viajando en microbuses chatarra. ¿Queda de otra?

jram