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El Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI) rebasó este año un millón de solicitudes de información, después de más de una década de existencia.

Este número contrasta con los más de 110 millones de habitantes que hay en el país y la pregunta que surge es ¿por qué la gente no está acostumbrada a ejercer su derecho a saber?

Gabriela Morales, doctora del posgrado de Ciencias Sociales de la UNAM y experta en el derecho de acceso a la información, explica: “La cultura de la transparencia todavía no ha permeado completamente en la ciudadanía. Uno de los elementos es que hace falta mayor promoción del derecho a la información como una herramienta para resolver problemas cotidianos a los que se enfrentan las personas. También falta mayor capacitación a los funcionarios públicos para que haya un entendimiento de la transparencia como una herramienta que les ayude a mejorar su gestión y un entendimiento del derecho a la información como un derecho fundamental”.

Ciudadanos desinformados

Fany, Brenda y Aylinn son estudiantes del sexto semestre de Economía de la Facultad de Estudios Superiores de Acatlán, UNAM. Aunque ellas serán futuras economistas, no conocen aún que pueden ejercer su derecho a saber y que muchos datos ya se encuentran en fuentes públicas, como lo es en el Banco de México o en el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) o el Banco Mundial (BM).

Incluso, las estudiantes confunden el acceso a la información con el tener acceso a internet y mucho menos conocen qué es el IFAI.

“Se supone que el acceso a la información es que cualquier persona pueda ver lo que ha hecho el gobierno, pero la verdad no sé cómo pedir esa información”, respondió Brenda.

Ellas mismas reconocen que hay datos que debieran estar al alcance de todos. Fany dijo que un profesor pidió datos del Inegi, pero no supieron encontrarlos.

Otro caso es el de Linda, estudiante de Derecho de la UNAM, quien tampoco conoce del tema. Sin embargo, a modo de justificación, mencionó que aún está en el primer semestre de la carrera.

“Es como una garantía individual y tenemos derecho a ser informados sobre lo que pasa”. Al cuestionarle sobre el IFAI, dijo no conocer nada sobre este.

El desconocimiento de las estudiantes sobre el IFAI y en general, sobre la cultura de acceso a la información, es similar al que vive la mayoría en México.

No hay cultura de la transparencia

El IFAI, encargado de promover y desarrollar una cultura de la transparencia, ha reconocido en foros que hace falta que ciudadanos se acerquen a preguntar más.

El funcionario público sigue sin cambiar su ideología y tampoco permite que se entreguen documentos fácilmente.

Por ello se impulsó dentro del instituto la elaboración de encuestas para conocer la cultura de la transparencia por parte del servidor público.

Otro problema se asoma cuando los funcionarios se niegan a entregar documentos en formatos abiertos, a pesar de que México forma parte de la Alianza para el Gobierno Abierto, la cual promueve la apertura de datos.

Al saber esta problemática, se les pide que si quieren seguir haciendo sus documentos en PDF, TIF o JPG (archivos poco amigables para los usuarios) lo sigan haciendo, pero que también adjunten los formatos abiertos.

El nuevo órgano garante tendrá como reto seguir convenciendo a funcionarios para cumplir con la ley y a ciudadanos, a preguntar más.

 jram