noe.cruz@eluniversal.com.mx

Petróleos Mexicanos (Pemex) reconoció que los órganos internos de control en el subsector hidrocarburos "no han logrado abatir los niveles de corrupción, y es marginal su contribución al desempeño eficaz y eficiente de las instituciones".

Durante la última reunión de la Comisión Mixta Nacional Pemex-Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), celebrada a finales de abril de este año, la paraestatal señaló que la industria petrolera en México, sobre todo en el área de contrataciones, es proclive a la corrupción, por su elevado potencial de beneficio económico de los actos corruptos, impunidad y espacios derivados de flexibilidades innecesarias.

Funcionarios de la Dirección Corporativa de Administración de la petrolera presentaron un diagnóstico sobre el actual modelo de control en los esquemas de contratación y aseguraron que "hay injerencia de la delincuencia organizada, por su atractivo económico relevante", lo que la ha llevado a registrar "graves niveles de corrupción en segmentos de la organización".

Detallaron deficiencias que para la opinión pública significa pérdida de credibilidad y mala imagen como baja efectividad en resoluciones para sancionar a los infractores. La mayoría de los casos "se pierden en tribunales" y existe impunidad en los casos de corrupción.

Consideraron inadecuadas las herramientas utilizadas para sancionar actos ilícitos, ya que la auditoría moderna está concebida para generar valor, no para combatir la corrupción, por lo que muchas veces se sanciona al que se equivoca (al que está trabajando) y no al corrupto y, se pretende combatir un delito con una herramienta administrativa.

Sobre el modelo de fiscalización empleado en los últimos 20 años, los funcionarios de Pemex argumentaron que han propiciado sobrerregulación, fiscalización enfocada al cumplimiento normativo, inhiben la toma de decisiones del servidor público al sancionar a quienes cometen errores administrativos, lo que redunda en "resultados menores en términos de reducción de la corrupción".

Entre las conclusiones presentadas a empresarios de la industria de la construcción, Pemex sostiene que los diseños normativos en la industria petrolera por si solos no resuelven el problema. En ocasiones lo exacerban, pues leyes con penalizaciones más severas no han logrado dar resultados y no es despojando de facultades a instancias especializadas y concentrándolas en un solo ente como pudiera solucionarse el problema.

El Órgano Interno de Control de Pemex ya había realizado algunas consideraciones en torno a la relación de la empresa con proveedores y contratistas.

A principio de año y durante la pasada reunión de la Comisión Mixta Nacional Pemex-CMIC, dio a conocer que cuenta con más de 290 unidades compradoras en toda la República y un catálogo de 26 mil 968 proveedores. Sólo entre 2009 y 2011, el número de contratación de Pemex y sus empresas filiales superó los 69 mil 400 eventos.

En ese momento, reconoció que en muchos casos "no hay coincidencias por cuanto a la base de datos de proveedores, además de resultar insuficiente:

"Falta certeza en la información relativa a proveedores de la paraestatal y sus subsidiarias como falta de información de los socios y accionistas, objeto social, domicilios, RFC, apoderados, y grupos empresariales a los que en su caso pertenece el registro de proveedores".

En materia de adquisiciones, indicó que el presupuesto, complejidad y tecnicidad de Pemex "no es comparable con otras dependencias o entidades".

Por cuanto hace a la selección de proveedores, detectó debilidades en proveedores sin especialización que participan en la contratación de cualquier clase de trabajos; proveedores que utilizan documentación falsa o alterada para cumplir con solvencia técnica, humana y económica: y, vinculación entre proveedores y servidores públicos de la propia petrolera a través de empresas vinculadas en México y en el extranjero.