El presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó hoy que el reciente atentado en Boston, que dejó tres muertos y más de 200 heridos, demuestra la necesidad urgente de que Rusia y Estados Unidos acerquen posturas para hacer frente a las amenazas terroristas.

En su tradicional sesión televisada de preguntas y respuestas, que batió récord al prolongarse cuatro horas y 47 minutos, Putin contestó 85 preguntas de sus ciudadanos, reportaron las agencias rusas de noticias Itar-Tass y RIA Novosti.

"Quiero que la tragedia en Boston nos acerque para atajar amenazas comunes, siendo el terrorismo una de las más importantes y peligrosas", dijo el jefe del Kremlin, quien recordó a Estados Unidos su apoyo a los terroristas chechenos. Agregó que "no dejaremos pasar semejantes ataques ni sufriremos tantas pérdidas, si realmente aunamos los esfuerzos".

Recordó que "Rusia ha sido una de las primeras víctimas del terrorismo internacional" y confesó sentirse indignado con algunos países y medios occidentales que en el pasado "llamaban "rebeldes" a los terroristas (del Cáucaso). "Se les proporcionaba ayuda, apoyo político, financiero y de información, a veces explícito y otras indirecto", declaró.

Asimismo, el mandatario ruso criticó a algunos políticos estadounidenses por sugerir que el presunto responsable de los atentados de Bostón que sobrevivió, Dzhojar Tsarnaev, sea llevado al centro militar de prisioneros de Guantánamo.

"¿A qué despropósito hemos llegado? Algunos políticos de Estados Unidos, no su gobierno, dicen que el criminal que sobrevivió debería ser declarado prisionero de guerra. Se han vuelto locos. ¿Cómo que prisionero?, ¿acaso se ha reanudado la guerra civil entre el Norte y el Sur?", dijo Putin.

En la sesión de preguntas y respuestas, que se celebra desde hace 12 años cada año, salvo en dos ocasiones, en 2004 y 2012, años de elecciones, Putin respondió sobre diversos temas de interés nacional e internacional.

Respecto al asesinato de seis muertos en la ciudad rusa de Belgorod, el presidente Putin descartó las peticiones de que se vuelva a introducir la pena de muerte en el código penal del país, al argumentar que esa medida no contribuiría a erradicar la criminalidad.

Asimismo, descartó por ahora cambios en la composición del gabinete de ministros de Rusia o su disolución, al señalar que pese a las quejas que recibe con respecto a ciertos ministros y el Ejecutivo en general, "lleva menos de un año trabajando".

El presidente ruso aprovechó para manifestar que está satisfecho con el cumplimiento de sus primeros decretos que emitió al comenzar su actual mandato, en mayo de 2012.

Defendió la actuación de su gobierno sobre libertad de expresión y rechazó que use métodos "estalinistas", un día después de que dos grupos de defensores de derechos humanos emitieron informes críticos sobre la situación en Rusia.

Durante la sesión televisada, el jefe del Kremlin también habló sobre la economía rusa, la lucha anticorrupción, sus relaciones con la oposición de su país, así como de los conflictos en Siria y Medio Oriente.