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Hace unos días, en entrevista con EL UNIVERSAL, la escritora mexicana Ana Clavel señaló que "Ada", la protagonista de su nueva novela, había surgido de muchas vivencias cercanas y aseguraba "obviamente la gente cuando lee ‘las ninfas' piensa o pensará que como está narrado en primera persona estoy traslapando vivencias personales, pero uno como escritor siempre ficcionaliza aún su propia historia, entonces a mí me costaría mucho trabajo deslindar el personaje de Ada con mi propia experiencia personal pero tampoco podría decir que este es un relato autobiográfico".

Anoche, durante la presentación de su novela "Las ninfas a veces sonríen" (Alfaguara), la narradora que es colaboradora de EL UNIVERSAL señaló: "Aunque sí soy Ada no soy Ada, y en todo caso Ada no es un alter ego, me encantaría que fuera, en realidad es un supra ego, me gustaría ser como ella", dijo que es una suerte de guiño para el lector, porque además está escrita en primera persona.

Acompañada de la poeta María Baranda y del periodista y escritor Alejandro Paez, la narradora que ha hecho todo un ejercicio de escritora alrededor del cuerpo y en esta nueva novela hay un interés principal de hablar del deseo. "En realidad es una búsqueda deliberada de la belleza".

María Baranda dijo que "Ana Clavel escribe desde la perplejidad del deseo", "Ana Clavel escribe en alto voltaje", pero además "lleva a la luz lo que ocurre en la sombra".

Luego de la presentación, la también autora de novelas como "Las violetas son flores del deseo", "Cuerpo naufrago" y "Los deseos y su sombra", inauguró en el Centro Cultural Bella Época, el proyecto multimedia "Las ninfas a veces sonríen/ Cinco rutas para explorar el misterio de una sonrisa", que incluye collages, esculturas, intervenciones y un video instalación a partir de la lectura de la novela.

La obra que permanecerá en exhibición hasta el 28 de abril, fue realizada por Rocío Caballero, María Eugenia Chellet, María José Lavín, Maribel Portela y la propia Ana Clavel.

ahd