Papa lava pies a 12 menores presos
El Papa Francisco celebró la la Misa del jueves santo, "in cena Domini", en el penal romano para menores de Casal del Marmo donde recordó la última cena de Jesús con sus discípulos y por primera vez realizó la "lavanda" de los pies a doce reclusos, una italiana católica y una serbia musulmana entre ellos, emulando el gesto de humildad de Jesucristo con sus apóstoles y repitiendo una práctica que caracterizó su ministerio como obispo de Buenos Aires.
Se trató de una ceremonia sencilla durante la cual Papa Francisco dijo a los 49 menores detenidos que la lavanda "es una señal de Jesús que vino para ayudarnos" y agregó "esto es lo que también deben hacer ustedes", pero "quien está en alto debe dar el ejemplo y estar al servicio de todos".
Al término de su visita al penal, Francisco dijo a los reclusos, "les doy las gracias por su cordial recepción. He estado muy feliz con ustedes. ¡Adelante! No se dejen robar la esperanza, con la esperanza siempre adelante".
A su llegada a la cárcel, el Papa Bergoglio fue recibido por numerosos fieles, que querían retratarlo, verlo y saludarlo mientras gritaban "¡Viva el Papa! ¡Viva el Papa!".
Por la mañana, en la misa "crismal" oficiada en San Pedro, en la que sacerdotes renovaron las promesas hechas en su ordinación, el Pontífice argentino dijo a los prelados que "el sacerdote que sale poco de sí se pierde lo mejor", mientras que "el que no sale de sí, en vez de mediador se convierte en intermediario, en un gestor".
En el curso de esta misa, a la que asistieron sacerdotes, cardenales, obispos y fieles y durante la cual bendijo los "olios" santos que se usan en el año litúrgico, el Papa habló de la crisis de identidad sacerdotal la cual, dijo, "nos amenaza y se suma a una crisis de civilización, pero si sabemos barrenar su ola, podremos meternos mar adentro y echar las redes".
Abundando sobre el tema, el Pontífice agregó que el poder " crece cuando salimos a darnos y a dar el Evangelio" considerando positivo que la "realidad nos lleve en ese mar donde resultan fecundas las redes echadas en el nombre de Jesús".
Al final de su homilía Francisco pidió a los sacerdotes ir a "donde hay sufrimiento, sangre derramada, ceguera, donde hay tantos malos patrones", palabras que le hicieron ganar un clamoroso aplaudo de los presentes.
Este jueves Papa Bergoglio también autorizó los decretos de 16 nuevos beatos, entre los cuales se encuentra el sacerdote mexicano Moisés Lira Serafín, quien nació en Tlatempa -el 16 septiembre de 1893- y falleció en la capital del país -el 25 junio de 1950- y fundó la Congregación de los Misioneros de la Caridad de Maria Inmaculata.
Las visitas de los Papas a las cárceles
Juan XXIII fue el primer Papa que visitó una cárcel, la romana de Regina Celi, el 26 de diciembre de 1958, mientras que Pablo VI visitó la misma cárcel el 9 de abril de 1964.
Juan Pablo II visitó diversas prisiones, pero la más importante fue cuando estuvo en la cárcel romana de Rebibbia y estrechó la mano de Ali Agca, el turco que atentó contra su vida: en 1990, visitó la cárcel de Regina Celi, donde anciano y enfermo regresó en el 2000.
Benedicto XVI estuvo en Rebibbia en diciembre del 2011y en la de Casal del Marmo en marzo del 2007, mientras que hoy, seis años más tarde, por primera vez en un jueves santo, otro Pontifice, Papa Bergoglio, visitó esta misma cárcel, donde dijo misa y lavó los pies a 12 jóvenes detenidos.
El superior general ofrece el apoyo de los jesuitas a Papa Francisco
"Frente a los complejos problemas que él deberá afrontar, los jesuitas, sus hermanos, confirmamos nuestro apoyo al Santo Padre ofreciéndole nuestros recursos y ayuda en el campo teológico, científico, administrativo o espiritual", escribe el superior general de los jesuitas, el español Adolfo Nicolás, en una carta del 26 marzo dirigida a toda la Compañía.
Esta es la segunda misiva de apoyo al primer Papa jesuita de la historia, en la que padre Nicolás recuerda haber celebrado la misa inaugural de Papa Francisco con sólo dos cardenales y, reflexionado sobre esta experiencia, dice haber sentido la necesidad de escribir nuevamente a la Compañía.
"Es evidente que toda la iglesia observa y escucha la palabras y acciones del nuevo Papa. Se percibe un clima de esperanza en todo el mundo. Hay una perfecta correspondencia entre esta esperanza y el nombre que el Papa ha elegido como un anuncio de renovación y de reforma de la iglesia", agrega el padre Nicolás en su carta dirigida a la Compañía de Jesús.
ml