El primer ministro de Reino Unido, David Cameron, rindió hoy homenaje a las víctimas de la matanza de 1919 en la ciudad de Amritsar, en el noroeste de India, cuando tropas británicas arremetieron contra cientos de civiles.

Durante su visita a esta localidad, en el estado de Punjab, Cameron, el primer jefe de gobierno británico que acude al lugar de los hechos, consideró "vergonzosa" para la historia de Reino Unido la masacre en los jardínes públicos de Jallianwala Bagh el 13 de abril de 1919.

"Este fue un acto profundamente vergonzoso en la historia británica. Uno que Winston Churchill describió acertadamente en ese momento como monstruoso. Nunca debemos olvidar lo que pasó aquí", señaló Cameron.

Al escribir en el libro conmemorativo de condolencias, que se encuentra en el monumento que recuerda la masacre de Jallianwala Bagh, el primer ministró ratificó que "debemos asegurarnos de que el Reino Unido defiende el derecho de las protestas pacíficas".

Sin embargo, no se espera que Cameron ofrezca una disculpa formal a pesar de algunas llamadas para que lo haga, reportó la BBC, el canal británico de noticias de la televisión pública.

La reina Isabel II también había visitado el monumento de Jallianwala Bagh en octubre de 1997 y rindió homenaje a los muertos que dejó la masacre contra indígenas desarmados cometida por las fuerzas británicas dirigidas por el general de brigada Reginald Dyer.

Las autoridades coloniales británicas habían prohibido las reuniones públicas y el general Dyer fue enviado para dispersar a la multitud.

Sin previo aviso, bloquearon las salidas y el militar ordenó a sus tiradores abrir fuego. Se detuvieron 10 minutos más tarde cuando sus municiones se agotaron.

La cifra de muertos ha sido motivo de disputa, mientras una investigación establecida por las autoridades coloniales elevaron la cifra a 379, fuentes oficiales de India indicaron después que los fallecidos fueron más de mil.

Cameron, acompañado por "la mayor delegación procedente de Gran Bretaña", quiere que su visita se centre en los vínculos más positivos de la historia, en particular, tras visitar el Templo de Oro en Amritsar, el lugar más sagrado de la religión sij.

El primer ministro británico inició el domingo pasado en la ciudad de Bombay una visita de tres días a India, en su segunda visita de Estado al país asiático.

La víspera, se entrevistó en Nueva Delhi con el primer ministro indio Manmohan Singh y el presidente Pranab Mukherjee, además de mantener reuniones de negocios en Bombay.

Cameron centró su visita a India en el comercio y las inversiones con una comitiva formada por unos 100 representantes de compañías británicas, como Telco, Rolls Royce, BP y London Underground, y varios ministros.