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La campaña presidencial encabezada por Andrés Manuel López Obrador rebasó el tope el gastos de campaña por alrededor de 60 millones de pesos.

Errores en el prorrateo de las erogaciones (repartición de montos en las tres campañas federales); gastos no reportados e incluso gastos reportados pero mal contabilizados provocaron el rebase.

El próximo 30 de enero el Consejo General del IFE votará los dictámenes consolidados de erogaciones de campaña presidencial de Enrique Peña Nieto (PRIPVEM), Andrés Manuel López Obrador (PRD, PT y Movimiento Ciudadano), Josefina Vázquez Mota (PAN) y Gabriel Quadri de la Torre (Partido Nueva Alianza).

Será hoy cuando la Unidad de Fiscalización del órgano electoral difunda los proyectos al respecto.

Sin embargo, fuentes de los partidos políticos y del propio instituto informaron que todos los candidatos a Los Pinos, con excepción de López Obrador, no llegaron al tope de gastos fijado en 336 millones de pesos.

El propio Camerino Márquez, representante del PRD ante el IFE, aceptó que la unidad a cargo de Alfredo Cristalinas tiene esa intención.

El “pretexto”, explicó el representante, es que algunos candidatos de la izquierda a diputados federales o a senadores no reportaron en sus informes de campaña erogaciones, particularmente, relativas a espectaculares.

Vía su Sistema Integral de Monitoreo de Espectaculares y Medios Impresos, la Unidad de Fiscalización del IFE detectó todos los espectaculares contratados por los partidos durante las campañas federales.

Cuando a través este sistema ubicó alguno no reportado en los informes de Coalición Movimiento Progresista (PRD, PT y Partido Movimiento Ciudadano) decidió sumar su costo a la campaña presidencial de López Obrador, según Márquez.

“Es una actitud que hemos percibido de la Unidad de Fiscalización, nos supervisaron con lupa hasta los espectaculares del alguno de los candidatos que hacían su propia propaganda. Si ese candidato no llevaba su comprobante de gasto, nosotros lo teníamos que acreditar y el costo se lo daban a la campaña presidencial”, indicó.

En teoría, la propia izquierda incluyó en su informe más de 30 millones por arriba del tope. Estos fueron identificados cuando la Unidad de Fiscalización revisó las cifras.

El resto se originó de gastos no reportados —particularmente de espectaculares— que fueron sumados.