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Desde el 4 de enero pasado, el pago mínimo de las tarjetas de crédito para no caer en morosidad subió de forma importante. De acuerdo con disposiciones del Banco de México, a partir de esa fecha, entraron en vigor los criterios máximos para elevar el mínimo y que ahora es el equivalente a 1.25% del límite de la línea de crédito o 1.5% del saldo insoluto revolvente de la línea de crédito, de las dos fórmulas se aplicará la más alta.

Por ejemplo, en el caso de un tarjetahabiente que cuenta con una línea de crédito de 30 mil pesos y una deuda en su plástico de 10 mil pesos, antes pagaba el 1% sobre el saldo insoluto, es decir, 100 pesos, con el 1.5% del saldo insoluto tendría que pagar 150 pesos, sin embargo, la disposición indica que se aplique el monto más alto con la nueva fórmula, es decir, se aplica la tasa de 1.25% sobre su línea de crédito, por lo que ahora el cliente tendrá que pagar 350 pesos.

La intención de las autoridades es evitar que las deudas de los tarjethabientes se prolonguen y que el cliente pague dos o hasta tres veces el préstamo inicial, sin embargo, el incremento puede ser más del doble de lo que venía pagando anteriormente.

Las entidades podrán determinar de manera libre el importe del pago mínimo, siempre y cuando éste sea superior a las fórmulas que plantea el instituto central.

Marco Carrera, director de estudios de mercado y vocero de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), mencionó que ante las presiones por los esquemas de cobro, “la gente es más cautelosa y tiende a evitar el pago mínimo”, sin embargo, alrededor de 15% de los tarjetahabientes optan por esta alternativa, lo que significa un costo adicional para el cliente.