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El presidente Felipe Calderón respondió al Senado que la firma del Acuerdo Anti-falsificación (ACTA, por sus siglas en inglés), no constituyó ni una falta de respeto al Poder Legislativo.

En respuesta a varias preguntas que le fueron planteadas por el tema por esta soberanía, Calderón aseguró que no hay ningún precepto legal que obligue al Ejecutivo a informar al Senado sobre la firma de los acuerdos internacionales que negocia.

Justificó la firma de ACTA bajo el argumento de que la falsificación de marcas y la piratería, que involucra desde prendas de vestir y calzado deportivo, hasta productos que atentan contra la salud y seguridad de los consumidores, así como la descarga de música, videos y libros ilegal, ha generado una pérdida promedio de 480 mil empleos y 74 mil 699 millones dólares por año, que representan el 9 por ciento del Producto Interno Bruto del país.

Además, resaltó que su gobierno firmó este acuerdo porque está convencido de sus méritos y los beneficios que puede aportar, así como de la importancia de contar con un instrumento de vanguardia, compatible con las libertades civiles que protege las marcas, las invenciones y las obras artísticas y literarias de los mexicanos.

Enlistó los posibles beneficios de ratificar el ACTA, como incentivar la innovación, proteger la creatividad, preservar al público en general del impacto nocivo de la piratería, promover el mantenimiento y la creación de empleos formales, ayudar a combatir las actividades delincuenciales organizadas detrás de la venta de productos que atentan contra la propiedad intelectual.

Aseguró que con la firma de este tratado, el gobierno federal intenta ubicar a México a la vanguardia en el tema de protección a la propiedad intelectual, promover el crecimiento económico del país y brindar una señal positiva en la arena internacional respecto a la certeza legal y la seguridad jurídica para las inversiones.

Insistió que el gobierno federal ha sido y es respetuoso de la soberanía y de la división de poderes y no considera que el acto de firma del ACTA "constituya ni una falta de respeto al Poder Legislativo, ni un atentado a la soberanía nacional.

El primer mandatario rechazó que su gobierno no hubiese informado al Senado oficialmente de la firma del ACTA.