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35 millones de personas, en rezago habitacional

Noé Cruz Serrano| El Universal
00:10Miércoles 15 de agosto de 2012
Hay 2 millones 216 mil personas que viven en hacinamiento,
es decir, dos o ms hogares por vivienda

SIN ACCESO. Hay 2 millones 216 mil personas que viven en hacinamiento, es decir, dos o más hogares por vivienda. (Foto: ARCHIVO EL UNIVERSAL )

Quienes no tienen acceso a una casa digna equivalen a población total de 4 estados: reporte

noe.cruz@eluniversal.com.mx

En México, 35 millones 752 mil 705 personas viven en condiciones de rezago habitacional, población equivalente a la del Distrito Federal, Estado de México, Veracruz y Oaxaca juntos, según un estudio.

En el documento Rezago habitacional, demanda de vivienda 2012 y bono demográfico, realizado por Sociedad Hipotecaria Federal (SHF), organismo dependiente de la Secretaría de Hacienda, se trata de aproximadamente 2 millones 216 mil personas que viven en hacinamiento, es decir, dos o más hogares por vivienda. Otras 4 millones 504 mil viven en casas hechas con materiales en deterioro o de desecho; con paredes de lámina, de cartón, carrizo, bambú, embarro o bajareque y con techos de lámina de cartón, palma o paja.

En viviendas construidas con materiales regulares, es decir, con paredes del lámina metálica o de asbesto, madera o adobe y techos de lámina metálica, asbesto, madera, tejamanil o teja habitan otros 28 millones 673 mil personas.

El análisis que fue puesto a disposición de los equipos que realizan el proceso de transición política, plantea que sería necesario construir 9 millones 37 mil 690 viviendas para atender este rezago en los próximos años, lo que representa una tercera parte de las viviendas particulares habitadas del país.

Para resolver el problema de hacinamiento es necesario construir 561 mil 294 casas-habitación; para atender a la población que habita viviendas construidas con materiales en deterioro o de desecho son necesarias otro millón 140 mil nuevas viviendas; y, para los mexicanos cuyas viviendas están hechas de materiales regulares se requieren 7 millones 255 mil viviendas más.

Sin embargo, SHF reconoce que no sólo se trata de construir nuevas viviendas, pues las condiciones socioeconómicas de la población que vive en situción de rezago habitacional dificulta que puedan acceder a una vivienda digna.

La Comisión Nacional de Vivienda (Conavi) plantea que el rezago habitacional debe entenderse como las viviendas en hacinamiento o cuyos materiales de construcción se encuentran en deterioro y "no logran satisfacer un mínimo de bienestar para sus ocupantes".

Las carencias

El documento de SHF que examina el actual mercado de vivienda en nuestro país, con fecha de abril de 2012, reconoce que de este extenso núcleo de población que no ha podido mejorar su situación habitacional, 4 de cada 10 perciben mensualmente menos de 3 salarios mínimos y 3 más no reciben ningún tipo de percepción. Esto significa que los no asalariados suman 11 millones 369 mil personas.

Cerca de 11.7% son personas inactivas que no realizan ningún tipo de trabajo y se mantienen de transferencias del gobierno federal o de organismos no gubernamentales que atienden a este tipo de hogares. A ello se suma el hecho de que de los 35.7 millones de mexicanos que viven en condición de rezago habitacional, 25.8 millones no tienen la posibilidad de adquirir ningún tipo de vivienda porque no disponen de una subcuenta en organismos como Infonavit y Fovissste que les permita acceder a este tipo de bien.

El estudio detalla que 4 de cada 10 hogares en rezago habitacional están asentados en localidades urbanas; otras 4, en zonas rurales; y, el resto, en áreas en transición, es decir, de rurales a urbanas.

De hecho, 10 entidades federativas concentran 62.5% del rezago habitacional de todo el país: Veracruz, Chiapas, estado de México, Baja California, Oaxaca, Guerrero, Chihuahua, Michoacán, Tabasco y Jalisco.

El Grupo de Economistas y Asociados (GEA) sostiene que en México, una parte de la población aún habita en condiciones precarias, por lo que no pueden ejercer el derecho constitucional de poseer una vivienda digna plenamente.

En la investigación Diagnóstico de las Necesidades y Rezago en Materia de Vivienda de la Población en Pobreza Patrimonial, que se realizó para la Secretaría de Desarrollo Social en mayo del año pasado, citó que las causas principales del problema se resumen en: bajos ingresos de la población, baja accesibilidad a financiamientos habitacionales para la población en condiciones de pobreza, el desinterés de la industria de la construcción en edificar viviendas a precios accesibles, la deficiente autoconstrucción, la insuficiente infraestructura social básica y la existencia de asentamientos irregulares.

Esto contribuye, añade la empresa consultora, "a generar problemas familiares, condiciones insalubres de la vivienda, carencia de activos para respaldar financiamientos, mayor vulnerabilidad ante desastres naturales y habitar en zonas marginadas y o periféricas".

Al respecto, el Centro de Investigación y Documentación de la Casa (Cidoc) señala que se trata de un problema que se caracteriza también por la ausencia de una planeación urbana sustentable que ha distorsionado el mercado de la vivienda. "La falta de oportunidades y de regulación, han propiciado la incorporación de asentamientos irregulares en zonas no aptas y en ocasiones de alto riesgo, considerando que, además, existe un rezago habitacional importante en un segmento de la población que carece de seguridad social y, por ende, de acceso a los programas de subsidio y crédito para una vivienda digna".

El Comité Técnico Especializado de Vivienda (CTEV) del Sistema Nacional de Información Estadística y Geográfica lleva un par de años en un proceso de discusión e intercambio de ideas con dependencias, grupos académicos y otras instituciones interesadas en determinar si el rezago habitacional ha crecido, se ha mantenido o ha disminuido, por lo menos en la última década.

Cifras del Censo General de Población y Vivienda 2000 apuntaba a que el déficit de vivienda en ese año era de 4.3 millones. Para 2008 y a partir de la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares (ENIGH), el rezago básico era equivalente a 1.7 millones de viviendas, en tanto que en el ampliado 7.2 millones adicionales, con lo que el rezago total era en ese año de 8.9 millones.

Utilizando también esa encuesta, pero con modificaciones menores respecto a los conceptos incorporados por SHF -en cuanto a las viviendas a incluir en las categorías de hacinamiento, deterioro y duración de materiales-, Infonavit estimó en ese momento que el rezago habitacional era del orden de 9.8 millones. Tomando como base estos indicadores, daría la impresión de que el problema ha crecido 127% en los últimos 12 años.

Para abril de este año, SHF sostiene que el rezago habitacional mostró un aumento de 1.0%, pasando de 8.9 a 9 millones, de 2008 a 2010, aunque en términos relativos la proporción de hogares en rezago sobre el total de los hogares, disminuyó 2.3 puntos porcentuales, de 33.4% a 31.1%.

Claroscuros

No obstante, en su último análisis sobre la Situación Inmobiliaria en México, de julio de 2012, Adolfo Albo analista en Jefe para México del Grupo BBVA Bancomer indica que el desarrollo de la vivienda en nuestro país ha registrado un crecimiento excepcional desde el inicio de la década pasada. Mediante diversos programas e instituciones se ha buscado atender las necesidades de casas-habitación y los avances pueden medirse por el número de créditos hipotecarios otorgados, las condiciones de acceso al financiamiento por parte de instituciones públicas e intermediarios financieros o por el número de hogares beneficiados de los programas de subsidios.

Apenas el pasado 8 de marzo, el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, aseguró que el gobierno federal se propuso generar este año un millón de acciones de vivienda y superar en más de 15% la meta oficial para el sector durante el sexenio (generar 6 millones de financiamientos para casas-habitación).

Sin embargo, BBVA considera que "es claro que la política de los últimos 12 años ha tenido también claroscuros que es posible identificar y que deben atenderse en los próximos años para garantizar un crecimiento más moderado tanto en la vivienda como en el desarrollo urbano, que deben de ir de la mano".

Cita que en la reducción del rezago habitacional que se dio durante la década, el mayor avance se dio en necesidades de sustitución de vivienda, que pasó de 26 a 16%. El documento agrega que en términos de habitabilidad de las viviendas hay resultados mixtos.

En cuanto a avances, "puede decirse que entre 2000 y 2010 la proporción de hogares con piso distinto de tierra pasó de 91% a 95% y los que disponen de cocina exclusiva (destinan un cuarto a esta actividad) pasaron de 90% a 93%".

Sin embargo, no todo fue éxito. La proporción de hogares que usa leña como combustible se mantuvo en torno a 14% y los hogares que reciben agua a diario incluso disminuyeron de 71 a 68%. Pese al fuerte crecimiento en la colocación de créditos hipotecarios para vivienda nueva, "existe una parte de la población que continúa marginada de los servicios básicos en la vivienda"



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