entroamérica "es una víctima de su propia geografía" con respecto al narcotráfico, afirmó hoy el subsecretario estadunidense de Estado para Asuntos Narcóticos Internacionales, William Brownfield.

Esa región "está localizada entre una parte del mundo donde el producto ilícito se cultiva y produce y en otra parte del mundo donde se compra y consume en grandes cantidades" , anotó.

Brownfield formuló sus declaraciones en una rueda de prensa con la subsecretaria de Estado para Latinoamérica, Roberta Jacobson, y el subdirector para América Latina de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) , Mark Feirstein.

Señaló que Estados Unidos busca aplicar mediante la Iniciativa Regional de Seguridad para América Central (CARSI) los ejemplos aplicados del Plan Colombia y la Iniciativa Mérida con México, tomando en cuenta sus propias realidades.

Agregó que parte del componente integral de la lucha contra el narcotráfico incluye también la aplicación de la ley, el desarrollo social y económico, en coordinación con el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) .

Jacobson sostuvo por su parte la importancia del fortalecimiento del estado de derecho, que incluyen programas comunitarios de prevención del crimen, de acuerdo con la realidad del cada país, así como esfuerzos regionales.

Agregó que es importante la participación de otros donantes en el esfuerzo, la participación del sector privado, el apoyo de la sociedad civil y la importancia de un mejor sistema de la recaudación tributaria en la región.

Feirstein subrayó por su parte la importancia de un enfoque amplio en la lucha antidrogas, que incluye un incremento de fondos en programas para los jóvenes, así como el fortalecimiento institucional y los esfuerzos anticorrupción.

Altos funcionarios del gobierno del presidente Barack Obama destacaron que la reducción sustancial del consumo de cocaína y productos basados en la coca en Estados Unidos son "muy buenas noticias a largo plazo para Centroamérica y México" .

Reconocieron que Estados Unidos, el principal destino de las drogas procedentes del sur, ha admitido su "responsabilidad compartida" y que debe poner de su parte en la reducción de la demanda, para lo cual ha incrementado fondos para alcanzar el objetivo.