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Restauran cascabeles de ofrenda de alto rango

Especialistas de INAH trabajan en las piezas halladas en la osamenta de un niño en Teteles de Santo Nombre
Los especialistas tratan de recuperar la estabilidad de las piezas

Restauración. Los especialistas tratan de recuperar la estabilidad de las piezas . (Foto: Cortesía INAH )

CIUDAD DE MÉXICO | Miércoles 16 de mayo de 2012 Agencia EL UNIVERSAL | El Universal15:38
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Más de 60 cascabeles sujetos a la osamenta de un niño hallada en la Zona Arqueológica de Teteles de Santo Nombre, en Puebla, fueron restaurados por especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a fin de recuperar la estabilidad de esas piezas -propias de ofrendas de alto rango- y parte fundamental de este entierro de más de 700 años de antigüedad.

Las pequeñas piezas, 69 en total, de menos de 2 centímetros de alto y ancho, distribuidas en dos tobilleras sujetas a la osamenta del menor, determinan el alto estatus social al que perteneció el niño o sus padres, al igual que una diminuta cuenta verde -de menos de un centímetro- hallada al nivel de la tráquea.

El arqueólogo Blas Castellón, responsable de la Zona Arqueológica de Teteles de Santo Nombre, detalló que el entierro fue hallado en 2010 en la plataforma central del sitio, durante la segunda etapa de excavación.

Indicó que de acuerdo a estudios, la osamenta corresponde a un niño de entre 9 y 13 años de edad, y estaba colocada sobre las escalinatas de una estructura, en posición sedente y con los brazos extendidos; tenía sobre sus manos huesos de aves, una cuenta verde en la tráquea, por lo que se supone que fue introducida en su boca al morir, y cascabeles de metal alrededor de sus tobillos.

Los cascabeles están compuestos de cobre, arsénico y plomo, y fueron intervenidos para eliminar la corrosión que tenían y darles estabilidad, además de que se creó un resguardo especial para su conservación, explicó Fabiana González Portoni, restauradora de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural del INAH.

La restauradora mencionó que se realizaron estudios estratigráficos en las tobilleras para saber su composición y técnica de manufactura. Dichos ornamentos estaban integrados por amarres de cuero unidos a los cascabeles, los cuales eran sostenidos por una especie de banda de papel amate y textil atada a la osamenta.

Respecto a la pequeña cuenta verde y los huesos de las aves, estos fueron sometidos a procesos de limpieza superficial, y se les hizo un resguardo especial según la morfología de las aves, las cuales fueron previamente estudiadas por el investigador Joaquín Arroyo, del Laboratorio de Arqueozoología del INAH, quien determinó que corresponden a las especies de gavilán y codorniz", informó Diana Medellín, jefa del Departamento de Conservación del Patrimonio Arqueológico.

Blas Castellón mencionó además que el entierro del infante data del periodo Posclásico (alrededor de 1300 d.C.), fecha posterior a la que corresponde la estructura en la que fue encontrado, pues el edificio es del periodo Clásico Medio (500 ó 600 d.C.), según se determinó con estudios de carbono 14 y análisis antropológicos hechos al niño durante 2010 y 2011.

En tanto, Patricia Salgado comentó que la presencia de restos óseos de aves, posiblemente esté vinculada al simbolismo prehispánico de los pájaros como guías de los muertos a diferentes niveles del inframundo, aunque hacen falta estudios que puedan confirmar esta hipótesis.

La Zona Arqueológica de Teteles de Santo Nombre, ubicada en el municipio de Tlacotepec de Benito Juárez, Puebla, cuenta con más de 10 conjuntos arquitectónicos (cada uno con entre 3 y 5 estructuras) de los cuales hasta el momento se han explorado la Plaza Central (donde se halló el edificio ahora conocido como Cascabeles debido al entierro), la Plaza Gran Altar, la terraza Casa del Nahual y el Conjunto de los Fogones.

"Debido a la antigüedad de las estructuras hasta ahora investigadas, que van del periodo Preclásico Tardío (200 a.C.) a Clásico Medio (600 d.C.), suponemos que el sitio fue ocupado por la cultura olmeca xicalanca, pues es la civilización prehispánica más antigua de la que se tiene indicio para el sur de Puebla, Oaxaca y la Costa del Golfo, antes de la llegada de los nahuas en 1000 d.C.", concluyó Castellón.

 

 

cvtp



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