Con una emotiva mezcla de nostalgia, alegría y buena música, sir Paul McCartney llevó ayer al éxtasis a Bogotá en un concierto sensacional que fue visto por miles de personas en el estadio El Campín y a través de la televisión.

El evento fue un encuentro generacional sin precedentes en la capital colombiana, donde más de 30 mil asistentes, desde niños hasta aquellos de la generación que creció con los Beatles, se unieron para corear los grandes temas de este inglés espectacular.

Los rostros de los colombianos fueron de una permanente sorpresa e incredulidad ante cada canción interpretada por McCartney, igual al de los niños cuando abren un regalo de Navidad.

McCartney, vestido de un impecable traje oscuro y una camisa rosada mostró un profesionalismo y una entrega ejemplar, esforzándose por tocar bien cada pieza musical y expresando con un buen español una inocultable alegría.

"Hola Bogotá" , "hola Colombia" , dijo el popular cantante seguido de un "buenas noches parceros" , en medio del delirio de un público que se le entregó por completo en el estadio.

Al mismo tiempo centenares de miles de personas seguían lo que sucedía en El Campín a través del canal local Capital, que transmitió gran parte del concierto gracias al apoyo de la alcaldía de Bogotá que dirige Gustavo Petro.

Hey jude , A day in the life , Lei it be... Lei it be , Day Tripper , pasaron por un escenario multicolor en el que se vieron viejas imágenes de The Beatles, efectos con juegos pirotécnicos y un gran sonido.

McCartney mostró una total identificación con su público al punto que ondeó la bandera colombiana junto con la de Gran Bretaña, llevando al borde de las lágrimas a esa gente que lo esperó por semanas con una fidelidad absoluta.

Fue una noche apoteósica en la que el delirio, la música y sir Paul McCartney se fundieron para calentar la gélida capital colombiana, que pudo apreciar un espectáculo que nunca olvidara.

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