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El candidato presidencial de la Coalición Movimiento Progresista (PRD, PT y MC), Andrés Manuel López Obrador, dijo a la jerarquía católica que será un "hombre de estado", y prefirió reservar su posición personal respecto al matrimonio de personas del mismo sexo o al aborto.

Reconoció que los Obispos "no quedaron a gusto del todo", pero resaltó que su movimiento aglutina creyentes de todas las religiones y agnósticos, por eso -dijo- tiene que actuar con mesura.

"Yo voy a actuar como hombre de estado: no voy a fijar una postura ni a favor ni en contra; voy a ser un verdadero juez. Y si esos temas que son muy polémicos y polarizan, si lo ameritan, en su momento voy a consultar a los ciudadanos", expresó en breve conferencia al salir de una reunión privada con los obispos.

En el encuentro, López Obrador dijo a la cúpula de la Iglesia católica que él no fijaría posición sobre estos temas aun cuando hacerlo en sentido negativo conlleve a ganarse el aplauso.

"Es muy fácil ganarse el aplauso, de un grupo o de otro, pero yo quiero buscar la reconciliación, que haya armonía en estos temas que son muy polémicos; lo mejor en el caso de que se consideren temas más prioritarios que otro lo consultaríamos", dijo.

En la puerta de la sede de la Conferencia del Episcopado Mexicano, López Obrador se consideró ecuménico, y anunció que por ello esta misma semana se reunirá con pastores evangélicos.