Testigo italiano detalla sobornos a Martinell
El empresario italiano Valter Lavitola, detenido la víspera
aquí, sostiene que detrás de los contratos entre el grupo Finmeccanica y el
gobierno de Panamá había un "fuerte movimiento financiero negro" destinado al
presidente de ese país, Ricardo Martinell.
Mauro Velocci, presidente del consocio de empresas que
habría pagado sobornos para construir cárceles en Panamá, declaró -como testigo
del caso- a los fiscales de Nápoles encargados del caso, que Lavitola era el
mediador ante Martinelli y otros miembros de su gobierno.
"Lavitola ha afirmado siempre que detrás de los contratos
entre las sociedades de Finmeccanica y el gobierno de Panamá había un fuerte movimiento
financiero en negro, destinado al presidente Martinelli", declaró Velocci,
citado por los diarios Repubblica y Corriere della Sera.
Según el testigo, Lavitola también aseguraba que un contrato
por 30 mil euros que le hizo Finmeccanica era solamente una cobertura para
justificar su presencia y sus actividades en Panamá.
Tras permanecer ocho meses prófugo de la justicia italiana,
que lo acusa de corrupción y de extorsionar al ex primer ministro, Silvio
Berlusconi, Lavitola fue arrestado al llegar la víspera a Roma y conducido a la
cárcel de Poggioreale, en Nápoles.
En su contra los fiscales napolitanos emitieron otras dos
imputaciones.
La primera relacionada con una hipótesis de corrupción
internacional por presuntos sobornos pagados a políticos panameños para la
construcción de cárceles, en su calidad de intermediario del consorcio Svemark.
Según los fiscales de Nápoles, Henry John Woodcock y
Vincenzo Piscitelli, el acusado habría actuado como mediador "acreditado" tanto
ante el gobierno de Panamá, como frente a las autoridades italianas.
En particular habría sido el intermediario en el pago de
sobornos al gobierno panameño con el objeto de obtener una concesión por 176
millones de dólares para construir cárceles modulares en el país
centroamericano.
Sin embargo, el negocio, tras el pago de 530 mil euros y 140
mil dólares en sobornos, no fue concluido.
La segunda imputación tiene que ver con la apropiación
indebida de 20 millones de euros de financiamientos públicos al diario
L'Avanti, del que Lavitola era director.
Además, de acuerdo con Velocci, Lavitola aseguraba que se
habría prometido al presidente de Panamá un helicóptero Eurocopter, con valor
de ocho millones de dólares.
Con dicha aeronave, se debía suplir la entrega de otra nave
prometida como soborno por Agusta (sociedad del grupo Finmeccanica) que había
concluido un contrato con el gobierno de la nación centroamericana.
"Lavitola precisó -prosiguió el testigo- que la aeronave
prometida a Martinelli por la mencionada sociedad del grupo Finmeccanica no fue
entregada por prudencia, a causa de la apertura de una indagación judicial
contra el presidente de Finmeccanica, Piero Guarguaglini y su esposa Marina
Grossi, presidente de Selex".
Asimismo, según la prensa, en agosto de 2011 Lavitola llevó
a Martinelli a la Villa Certosa, la mansión de Berlusconi en la isla de Cerdeña
(aunque el entonces primer ministro italiano no estaba presente) y pidió
fotografiar al mandatario panameño para que la prensa de su país pudiera decir
que había sido huésped de Il Cavaliere.
Velocci también declaró que Lavitola decía haber sido el
"pupilo" del ex primer ministro Bettino Craxi, muerto en 2000 en Túnez, a donde
escapó para evitar a la justicia italiana que lo acusaba de corrupción.
De acuerdo con el testigo, el imputado aseguraba que él
mismo llevaba a Craxi dinero en efectivo que le enviaba Berlusconi.
"Lavitola me dijo que Berlusconi no lo habría abandonado nunca porque
conocía demasiadas cosas y demasiados detalles comprometedores sobre el propio
Berlusconi", afirmó Velocci.
eca