Dos indígenas se "crucificaron" este domingo en las afueras del poder Legislativo de Chiapas, como parte de la jornada de resistencia pacífica que realizan en demanda de la liberación de un grupo de reos, procesados en diferentes penales del estado.

Los indígenas Agustín López López, originario de la comunidad Rincón Chamula, del municipio de Pueblo Nuevo Solistahuacán, y Elisa Díaz Díaz, de Chalchihuitán, se ataron a una cruz fijada en las afueras del Congreso estatal, donde otros cinco manifestantes protestan con los labios suturados.

La inconformidad que exige la revisión jurídica de, por lo menos una decena de expedientes de internos procesados por homicidio, secuestro, ataques a las vías de comunicación, portación ilegal de armas de uso restringido, robo con violencia y despojo, se instala frente a la parte lateral catedral de San Marcos, donde la feligresía inició romerías y devociones de vísperas de Semana Santa.

El tzotzil Agustín exige la excarcelación de su hermano José Luis Bautista López, preso en el penal El Amate de Cintalapa de Figueroa, al igual que Elisa, hija de Agustín Gómez Díaz Gómez, procesado en el penal 5 de San Cristóbal de las Casas.

Los inconformes, agremiados en la Central de Organizaciones Campesinas Populares (Cocyp), indicaron que esta semana, la apatía, la indiferencia y el desinterés del gobierno estatal y del Consejo Estatal de los Derechos Humanos, que preside el tzeltal Lorenzo López Méndez, los condujo a solicitar la intervención de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNHD), de la Secretaría de Gobernación y del Senado.

La protesta de labios cosidos la sostienen los campesinos Martha Bautista Bautista, Florentino Gómez Girón, Dominga Bautista Hernández, Elías Díaz Díaz y Alberto Patishtán, a quienes ya se les diagnosticó cuadros de vómitos, vértigos y desmayos, a nueve días de haberse sellado las bocas con agujas y cordeles.