Siria vota referendo constitucional; violencia no cede
El
régimen autoritario en Siria realizó este domingo un referendo sobre una nueva
Constitución, un gesto del asediado presidente Bashar Al Assad para
apaciguar a los que buscan derrocarlo. Pero la oposición consideró la
consulta como un gesto vacío y Occidente de inmediato lo calificó como una "farsa".
Mientras
algunos votan por lo que el gobierno ha tratado de mostrar como una reforma, el
ejército sigue bombardeando el bastión opositor en Homs, el cual ha sido
atacado por más de tres semanas después que los rebeldes tomaran el control de
algunos vecindarios de la ciudad.
Activistas
y habitantes reportan que cientos han muerto en Homs en las últimas semanas,
incluyendo dos periodistas occidentales.
Grupos
de activistas informaron que 29 personas murieron el domingo, la mayoría en
Homs. El sábado fallecieron 89. Los activistas calculan que unas 7.000 personas
han muerto en los 11 meses de la brutal represión de Al Assad contra la
disidencia.
"El
referendo en Siria no es más que una farsa", declaró el
ministro de Relaciones Exteriores de Alemania Guido Westerwelle. "Una
votación falsa no puede contribuir a solucionar la crisis. Al Assad debe poner
fin a la violencia y allanar el camino a una transición política",
agregó.
La
secretaria de Estado norteamericana Hillary Rodham Clinton hizo un llamado a
los sirios en empresas y ejército que todavía apoyan a Assad para que le den la
espalda. "Entre más tiempo apoyen la campaña de
violencia del régimen contra sus hermanos y hermanas, más se manchará su
honor", dijo la funcionaria estadounidense a los
reporteros desde Marruecos.
El
Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, reportó
intensos enfrentamientos entre soldados y desertores del ejército en Dael,
Hirak y Dará, donde comenzó la sublevación. Además denunció explosiones en
Jirbet Ghazaleh y Naima. El Observatorio y otros grupos de activistas también
reportaron violencia en Idlib, Homs y Deir el-Zour.
Las
dos principales organizaciones de oposición que aglutinan a varios grupos, el
Consejo Nacional Sirio y el Organismo de Coordinador Nacional para el Cambio
Democrático en Siria, realizaron un boicot. Otros grupos convocaron a una
huelga nacional.
Unos
14.6 millones de electores sirios estaban convocados el domingo al referendo
para aprobar o rechazar una nueva Constitución. Se prevé una baja afluencia de
electores en partes como Homs, Idlib y Dará, donde los rebeldes chocan con
frecuencia con las fuerzas de seguridad.
Periodistas
extranjeros fueron llevados por el Ministerio de Información a los vecindarios
de Rukneddine y Barzeh, en Damasco. Se vieron pocos electores en las casillas
de ambas áreas.
El
presidente Assad convocó a principios de febrero una consulta popular para una
nueva Constitución, que al menos en teoría abre el sistema político del país,
en una medida que busca acallar a los detractores y poner fin a la sublevación.
La
nueva carta magna permitiría la creación de un sistema pluripartidista en
Siria, donde gobierna el Partido Árabe Socialista Baath desde el golpe de
Estado de 1963. La nueva Constitución también establece que el presidente sólo
podrá cumplir un máximo de dos periodos de siete años cada uno.
Los cambios constitucionales
de esta naturaleza eran impensables hace un año, pero con la revuelta que
comenzó en marzo de 2011 y la muerte de miles de personas por la represión, la
vasta mayoría de los grupos opositores afirman que sólo aceptarán la renuncia
de Assad.
xag