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Caso Valentina Rosendo: Estado reconoce responsabilidad

El secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, pidió disculpas a la indígena de la etnia mephá, quien fue violada y torturada por militares. La procuradora Marisela Morales admitió que el Estado incumplió su obligación de garantizar acceso a la justicia
Ciudad de México | Jueves 15 de diciembre de 2011 Thelma Gómez Durán | El Universal12:30
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El Estado mexicano, a través del secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, pidió disculpas a Valentina Rosendo Cantú; además, reconoció su responsabilidad por las violaciones a sus derechos humanos y, en especial, por la negación a la justicia a la que se enfrentó esta indígena de Guerrero.

El 16 de febrero del 2002, Valentina Rosendo, indígena de la etnia mephá, fue violada y torturada por militares del 41 batallón de infantería que operaba en Cruz Grande, Guerrero. En ese entonces, ella tenía 17 años.

El caso de Valentina Rosendo llegó hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH). En agosto del 2010,  el organismo internacional condenó al Estado mexicano y lo sentenció, entre otras cosas, a reconocer su responsabilidad por la violación de los derechos humanos de Valentina y pedirle perdón en un acto público.

En el Museo Memoria y Tolerancia, Valentina Rosendo escuchó al secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, decirle: "A usted, a su hija, les extiendo la más sincera de las disculpas por los hechos ocurridos".

Valentina Rosendo estuvo acompañada por su hija, de 10 años, y sus familiares que viajaron de la comunidad de Caxitepec, Guerrero, para estar presentes en el acto.

Además de Alejandro Poiré, estuvo la procuradora general de la República, Marisela Morales, quien reconoció que el Estado mexicano incumplió con la obligación de garantizar el acceso a la justicia a Valentina. Y aseguró que la PGR deberá conducir, en un plazo razonable, la investigación para determinar las responsabilidades penales y aplicar sanciones.

Valentina Rosendo recordó que las autoridades la llamaron mentirosa, que por no quedarse callada recibió amenazas y tuvo que salir de su comunidad. "A los nueve años de lucha estoy aquí... Esta verdad llegó hasta aquí, hoy", dijo. Lamentó que en su búsqueda de justicia, algunas personas, como su esposo, la abandonaron. Y agradeció a quienes la acompañaron durante estos nueve años: "gracias a ellos estoy con vida".

Valentina Rosendo recordó que aún siguen libres los militares que la violaron. "Sigo luchando. Sigo con frente en alto, con dignidad de mujer indígena. Soy orgullosa de quien soy". Las palabras de Valentina recibieron como respuesta los aplausos de la gente que atiborró el auditorio del Museo Memoria y Tolerancia.



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