Un par de parejas del mismo sexo se casaron en Kantunilkin, municipio de Lázaro Cárdenas (gobernado por el PAN), en la zona norte de Quintana Roo, y se presentaron en Cancún para informar de su enlace.

Desde hace algunos años, la comunidad de la diversidad sexual en Cancún, principalmente, pugnaba por la legalización de las uniones entre personas del mismo sexo, sin éxito. Tampoco los legisladores locales lograron concretar la iniciativa.

Ninguno, hasta ahora, se había percatado de que no hay necesidad de modificar el marco legal para que parejas del mismo sexo pudieran casarse.

Sergio Monje y Manuel, así como Patricia Novelo y Areli, contrajeron nupcias aprovechando la ausencia en las leyes locales, específicamente de impedimentos en el Código Civil, para concretar su unión.

En el artículo 680 de dicho Código, se establecen los requisitos para celebrar el matrimonio y está ausente algún precepto que determine que los cónyuges deben ser de diferente sexo para casarse.

Fundamentaron su enlace además, en las modificaciones recientes al artículo primero de la Constitución Mexicana, que establece a partir de este año que todos los mexicanos son iguales ante la ley y gozan de los mismos derechos, sin atender a sus creencias religiosas, su raza, condición económica y orientación sexual.

En conferencia de prensa, Sergio y Patricia -sin sus respectivas parejas- anunciaron que el próximo 10 de diciembre celebrarán la fiesta de boda, a la cual invitarán como padrino al gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge Angulo.

"También asistirán la diputada Claudia Ayala, presidenta de la Comisión Especial para la No Discriminación en la Cámara de Diputados; vendrán embajadores y agregados culturales", precisó Patricia, quien se desempeña como empresaria y radica en la ciudad desde hace seis años.

Sergio, empresario y radicado aquí, desde hace 32 años, consideró histórico el haber logrado contraer nupcias con su pareja, luego de que dos jueces de los registros civiles de Cancún y Chetumal les negaran si quiera iniciar los trámites bajo el argumento de que los contrayentes debían ser hombre y mujer.

"No tuvimos que cambiar ninguna ley. El único impedimento fueron los jueces, en un inicio; pero encontramos un juez en Kantuninkil, que aceptó casarnos. Es histórico y estamos muy contentos", dijo.

Persuadir al juez del registro civil de Kantunilkin, gobernado por el Partido Acción Nacional (PAN), tampoco fue sencillo.

Patricia narró que tuvieron que echar mano del artículo 124 bis del Código Penal estatal, que castiga con tres años de cárcel y multa de 50 a 200 salarios mínimos, a funcionarios públicos que se cometan actos de discriminación.

Dicho artículo define a la discriminación como el acto de "anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas en razón de su edad, sexo, estado civil, embarazo, raza, procedencia étnica, idioma, religión, ideología, orientación sexual, color de piel, nacionalidad, origen o posición social, trabajo o profesión, posición económica, características físicas, discapacidad o estado de salud o cualquier otra que atente contra la dignidad humana".

Al momento existen 10 parejas más que esperan diciembre para seguir los pasos de Sergio y Patricia, quienes mencionaron que hay agencias de viaje que han documentado la intención de al menos 10 novios y novias en el extranjero (España, Estados Unidos, Béligca), que aspiran a casarse en Cancún o Riviera Maya, pero que ignoraban que podían hacerlo.

"Ahora que lo saben y luego de que se anunciara que Cancún es un destino gay friendly, esperamos que se den muchísimas más bodas, lo cual constituiría una oportunidad para el segmento de bodas para Quintana Roo", comentó Patricia.

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