El empresario italiano Gianpaolo Tarantini llevaba prostitutas al primer ministro Silvio Berlusconi para obtener favores y contactos con diversas sociedades, concluyó la investigación de la fiscalía de Bari (sur) sobre el caso.

Una nota de la fiscalía confirmó que la indagación fue concluida y depositada el pasado 5 de agosto.

Indicó que este jueves la guardia de finanzas, un cuerpo policial, notificó a ocho personas que son acusadas, entre otro delitos, de asociación delictiva y favorecimiento de la prostitución.

Los magistrados concluyeron que Tarantini, actualmente encarcelado por órdenes de la fiscalía de Nápoles, que lo acusa de extorsionar a Berlusconi, pagaba a mujeres para que mantuvieran relaciones sexuales con el primer ministro italiano.

Ello con el objetivo de 'obtener encargos institucionales' para su empresa del sector de la sanidad y relaciones con diversas sociedades, como el gigante de la industria aeroespacial Finmeccanica o la Protección Civil.

Las conclusiones también incluyeron la lista de mujeres que se habrían prostituido con Berlusconi y confirmaron que una de ellas es la actriz alemana de origen bosniaco Sabina Began, llamada la 'abeja reina', porque sería la 'favorita' del jefe de gobierno.

Los otros imputados son Tarantini, su hermano Claudio, el abogado Salvatore Castellaneta y las vedettes Letizia Filippi y Francesca Lana, además de dos hombres identificados como Massimiliano Verdoscia y Alessandro Mannarini.

El caso se refiere en particular a los años 2008 y 2009. Una de las pruebas fue proporcionada por la prostituta de lujo, Patrizia D'Addario, que videograbó sus encuentros sexuales con Berlusconi y entregó el material a la magistratura.

La larga lista de mujeres que mantuvieron relaciones sexuales con el primer ministro incluye a bailarinas, actrices y, en general, mujeres del espectáculo, tanto italianas como extranjeras.

Sin embargo, los fiscales documentaron que Manuela Arcuri, muy famosa en Italia por su participación en telenovelas, rechazó las presiones de Tarantini, que quería que se prostituyera con el primer ministro con la promesa de que la ayudaría a obtener la conducción del festival de música de San Remo.

La fiscalía de Bari confirmó que las investigaciones incluyeron más de 100 mil interceptaciones de conversaciones telefónicas.

jfra