"Empate, un gran empate"
Carlos Reinoso tiene las horas contadas. El chileno podría vivir sus últimos días al frente de América.
Carlos Reinoso alarga su agonía al
frente del América... al menos hasta el sábado. El chileno podría vivir
sus últimos días al frente del América. Con el empate 2-2 ante el San
Luis, se puso la soga al cuello, difícilmente podrá salvarse,
prácticamente está condenado.
En cuanto Roberto García
Orozco hizo silbar su ocarina para decretar el final del compromiso, El
Maestro sólo movió la cabeza. Respiró profundo y se alejó al vestidor,
en medio del abucheo de los pocos aficionados que se dieron cita en el
Estadio Azteca. Durante el duelo se le notó nervioso, no paró de dar
instrucciones, buscó sin éxito descifrar el crucigrama que le impuso el
“hermano menor”.
Observó una y otra vez la
banca sin encontrar al hombre que fuera la solución, un lugar en el que
extrañamente no apareció Vicente Matías Vuoso. ¿Fue castigado? La
respuesta sólo la tiene él. Al naturalizado mexicano se le observó unos
minutos en la cancha antes del cotejo e hizo trabajo regenerativo.
Después desapareció, no se supo nada más de él.
San Luis sólo hizo un
mínimo esfuerzo para arrebatar la igualada. Wilmer Aguirre fue una
pesadilla. Su velocidad fue letal para una defensa endeble, que opuso
poca resistencia. Ignacio Ambriz ordenó bien a su equipo, le abrió pocos
espacios al rival, lo que le rindió frutos, aunque seguramente, menos
de los que esperaba.
Por lapsos, los jugadores
americanistas cayeron en desesperación, no hubo quién pusiera
tranquilidad en la cancha. Esos momentos no fueron aprovechados por los
tuneros, que tuvieron algunas opciones que no concretaron, lo que al
final les impidió salir con los tres puntos, que hubieran significado un
respiro mayor.
Al minuto 30, los
visitantes abrieron la pizarra. Macnelly Torres sirvió preciso a Wilmer,
quien tocó a la salida de Armando Navarrete, quien alcanzó a arañar el
esférico sin éxito. El balón ingresó lentamente a la puerta. Pero la
pesadilla apenas empezaba porque, al 42’, Jehu Chiapas aprovechó que el
arquero estaba adelantado para, desde media cancha, disparar. La
esférica estuvo cerca de ingresar, pero Navarrete intervino para
mandarla a saque de esquina.
Fue en el complemento
cuando los capitalinos igualaron los cartones. Al 48’, en un tiro libre,
Ángel Reyna sirvió para Jorge Reyes, quien peinó, lo que desconcertó a
la zaga visitante y sólo observó cómo la pelota le llegó a Adolfo
Rosinei. El brasileñon, con la testa, venció la meta de Óscar El Conejo
Pérez.
Después, América adelantó filas en busca del tanto definitivo.
Christian Benítez intentó
marcar la diferencia con disparos de media distancia, además de
servicios por los costados que se quedaron cerca, en particular, con un
cabezazo de Diego Reyes que El Conejo alcanzó a manotear.
Más allá de la racha negativa en la que se encuentra el equipo, es pobre
el funcionamiento de las Águilas, raquítico el desempeño futbolístico.
Fue precisamente Reyes quien logró el 2-1, con la cabeza al 80’, pero Wilmer Aguirre puso cifras definitivas, al 90’.
Resignado, Reinoso cruzó los brazos. No había nada más que hacer, el choque había llegado a su fin.
Los gritos en contra del chileno, pidiendo su salida, retumbaron en la
tribuna. Se esfuma la gestión del chileno en la institución y un ciclo
más podría cerrarse en América de un momento a otro.
La zozobra es grande, muy grande...