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MONTERREY, NL.— Las autoriades locales y federales investigan la presunta relación del policía estatal de Nuevo León Miguel Ángel Barraza Escamilla, con la banda de Los Zetas; mientras que el procurador de justicia de la entidad, Adrián de la Garza, aceptó que existe la posibilidad de que más elementos de seguridad pudieran estar relacionados con el atentado al Casino Royale el pasado 25 de agosto, que déjó como saldo 52 personas muertas.

Las autoridades presumen que el policía Baraza Escamilla, a quien acusan de ayudar a Los Zetas para realizar el ataque al Casino Royale, trabajaba de manera directa para el jefe de la banda criminal en el municipio de Santa Catarina. Investigaciones de inteligencia y testimonios recabados sostienen que Barraza sólo recibe órdenes del jefe municipal de esta banda.

Barraza Escamilla, de 30 años de edad, fue aprehendido el jueves pasado por la Policía Federal en la Unidad Modelo.

De acuerdo con la información preliminar de las corporaciones federales y locales, Barraza Escamilla presuntamente se dedicaba a robar vehículos en los que se trasladaban los integrantes de la banda criminal de un municipio a otro.

También presumen que una de sus principales tareas era la de ser informante para Los Zetas y de advertirles acerca de los movimientos de policías y de militares en Monterrey.

El funcionario dijo que de las primeras declaraciones de Barraza Escamilla se desprende la posible participación de más elementos de seguridad federal, estatal y municipal.

“Tenemos otros sujetos identificados en este evento y vamos a seguir las investigaciones. Estimamos que pudiera haber seis o más. Sean de la Policías Federal, estatal o municipal, caiga quien caiga, la instrucción es dar hasta las últimas consecuencias con los responsables”, afirmó.

Por el momento, dijo, la PGR mantiene declarando al policía, a quien se le aseguraron armas de fuego distintas a la de cargo.