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Los Appleton, dos generaciones en escena

Cecilia e Yseye, madre e hijo, protagonizan Proyecto M-H Confesiones de despedida, obra sobre una relación filial

PROMESA. Yseye se ha convertido en una joven figura del arte escénico.. (Foto: José Serratos/El Universal )

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Los Appleton, dos generaciones en escena.
`Proyecto M-H confesiones de despedida´ cumplió 50 representaciones en el Distrito Federal y empezará una gira nacional

Ciudad de México | Sábado 27 de agosto de 2011 Alida Piñón | El Universal13:16
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Los bailarines habitan el mismo espacio, el camerino de un teatro, pero cada uno está concentrado en el universo de sus cuerpos. Ella, Cecilia, acostada sobre la duela, mantiene sus ojos cerrados, emite sonidos que sólo el lenguaje de su mundo creativo conoce el significado.

Él, Yseye, está de pie, estira las extremidades de su estilizada figura, dobla su cuerpo casi antinaturalmente hasta formar un semicírculo.

Pasan los minutos, el silencio impera, por momentos cruzan miradas. Ella, rompe el instante: "¿Crees que ayer nos equivocamos en el texto final?", pregunta. "No, estuvo bien. Aunque hay una parte, cuando te vas a atrás de la casa, que tal vez no se escuche tu voz, quizá deberías hablar un poco más alto", le responde.

Cecilia se pone de pie, agacha la cabeza, la sacude, agita sus manos, tambalea las rodillas, parece convulsionarse, gime, suspira, habla indescifrablemente. Yseye la sigue, mueve caóticamente su figura, gesticula. Los huesos, la piel, los músculos hablan. Es la liberación del cuerpo.

Continúan con rutinas de ejercicio. El tiempo transcurre. Ella pregunta la hora. Faltan 40 minutos para entrar a escena a representar una función más de Proyecto M-H Confesiones de despedida, una obra que aborda la relación entre madre e hijo.

Van al escenario para ensayar. También el equipo creativo: Edén Coronado (asesor dramático), Arturo Marruenda (composición musical y multimedia), Benjamín Ortiz (diseño de escenografía), Francisco Muñoz (diseño de iluminación) y Graciela Navarro (asistente de dirección).

En el foro se escuchan indicaciones. Al centro del escenario están los bailarines. Cecilia carga a Yseye, quien mantiene su cuerpo en posición fetal. Las luces se apagan, la música suena. La energía comienza a fluir y la obra inicia con el parto.

Cecilia y Yseye comparten más que la pasión por la danza, el apellido Appleton. Son madre e hijo y juntos crearon la obra que en el DF cumplió 50 representaciones con gran éxito y que estará de gira por el país.

Cecilia es fundadora y directora de la compañía de danza contemporánea Contradanza, con 28 años de trayectoria ha presentado unas 40 coreografías en México, España, Costa Rica, EU, El Salvador y Cuba.

Esta, su más reciente creación, ha sido calificada por la crítica de arte Raquel Tibol, como "una danza profunda, de alta calidad y definición".

La obra, dice Appleton, plantea dos preguntas esenciales: ¿cuáles son las expectativas que una madre tiene con respecto a su individualidad, sin dejar de ser una madre amorosa? y ¿cuáles son las expectativas de un hijo en referencia a su adultez, sin sentir que está traicionando a su madre?

El dramatismo de la interpretación resulta de la relación de los creadores y ejecutantes, de la gran trayectoria de quien se ha convertido en una figura de la danza, y por la guía que ha dado a su hijo, promesa del arte escénico.

niz

 



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